martes, 29 de diciembre de 2020

FIN DE AÑO           

                        Además del Wargame Napoleónico, también me gusta el Wargame de escaramuza de la Segunda Guerra Mundial, específicamente sigo varios Blogs del reglamento Chain of Command. Uno de estos Blogs: Gaming with Too Fat Lardies estuvo sin entradas desde enero de 2020. Su creador es español (aunque escribe en un perfecto inglés), por lo que al no encontrar nuevas entradas, cada vez que revisaba el Blog pensaba que el Sars-Cov2 había hecho de las suyas. Afortunadamente el 9 de diciembre reapareció Aníbal Invictus y me reí de mis temores, pero pensé que a lo mejor mi silencio podría causar alguna inquietud similar en quienes me conocen y saben que estoy dentro de la población de riesgo. Por eso, esta entrada tiene como principal motivación demostrar que estoy vivo…

                        A pesar que el año 2020 ha sido un desastre en muchos aspectos; ha sido muy productivo para este Blog. La pandemia me motivó a hacer una entrada que tuvo buena acogida y feed-back, sacándome del letargo que me mantuvo silente durante 2019. Además, las visitas se han incrementado, logrando superar la meta de las 25.000 vistas a alguna de las entradas subidas, estimulándome a continuar compartiendo mis experiencias y actividades en relación a la Independencia de Chile.

                        Octubre y noviembre siempre están copados por actividades académicas y diciembre me vio asistiendo a un Congreso virtual, por lo que no pude avanzar en la confección de las milicias de caballería, debido al tipo de trabajo que implica: Hay que sentarse y concentrarse metódicamente en la escultura de las figuras. El Green Stuff debe ser aplicado en pequeñas porciones y modelado por parcialidades, para no deformar lo que ya se esculpió al intentar formar otro detalle. Por lo tanto, hay que planificar muy bien lo que se hará y seguir pasos bien definidos. En resumen: hay que disponer de un par de horas sin interrupciones y de varios días seguidos para no perder el ritmo u olvidar los pasos que se deben seguir. Con los milicianos ya no hay que modificar pequeños detalles, como equipos o manos, sino que esculpir todo el coleto, todas las botas y estribos y después seguir con todas las monturas ajustadas específicamente a cada figura. No es difícil, pero muy laborioso. El proceso es entretenido si se tiene paciencia, pero se convierte en martirio si estás apurado… En consecuencia, decidí esperar a que se dieran las condiciones óptimas y parece que esto ocurrirá ahora, ya que Curicó volverá a entrar en cuarentena…

Así organicé mi mesa de trabajo para empezar a "vestir" con coletos a los milicianos

Un acercamiento para mostrar el detalle de fijación de las figuras para facilitar su manipulación.

Esta fue una prueba para evaluar el material y método de modelado: La correa posterior y hebilla del coleto.

Una visión lateral del trabajo en progreso


                        A pesar de que las actividades del “mundo real” no me han dejado mucho tiempo para mi pasatiempo (que buen juego de palabras), siempre hay algún espacio para pensar en algo. En uno de estos momentos de meditación he llegado a la conclusión de que no escribiré la “Crónica Militar de la Patria Nueva”. Definitivamente he perdido absolutamente el impulso inicial que me metió en esta aventura… Continuamente me preguntaba ¿Porqué no me atrae?, ¿A qué se debe esta sensación de desagrado?: La respuesta me la mostró el prólogo de la “Crónica Militar de la Patria Vieja”. En un párrafo inicial escribí: “Sin duda, los padres de la patria se maravillarían si pudiesen ver en lo que se ha convertido el país que ellos contribuyeron a independizar. Sus nietos se han levantado con la frente en alto una y otra vez tras ser golpeados por la naturaleza. No menos esfuerzo les ha costado reconstruir los despojos de los enfrentamientos fratricidas que hasta el día de hoy desgarran la convivencia nacional”. Me parece, y esto es mi opinión personal, apolítica y desapasionada, que esto ya no es verdad. Ya no nos levantamos con la frente en alto, sino que esperamos encogidos y gimoteando que alguien nos ayude a solucionar el problema que nosotros mismos creamos. Tampoco nos interesa reconstruir, sino que esperamos con indolencia que una ley active mágicamente el desarrollo del país, sin tocar nuestro patrimonio personal, ni nuestra carga laboral.

                        Pues bien, desechado ese proyecto, he estado retomando otro que hará más interesante los wargames de la Patria Vieja: Un sistema que permita jugar una campaña completa. Será como un juego de mesa, con un mapa dividido en hexágonos, con sistema de suministros, cartas de eventos, líderes, etc. Los enfrentamientos que se produzcan se llevaran a un juego de ESMOSACA. Si el sistema es lo suficientemente robusto, es posible que lo publique o, si hay alguna editorial interesada (Mi hija Javiera me dijo que los juegos de mesa “la llevan”) podría diseñar un sistema de resolución de enfrentamientos con dados.

                        Como pueden ver No estaba muerto, Ni andaba de parranda, solamente estaba muy ocupado, pero no he abandonado el hobby.

                        Mis mejores deseos para 2021… y recuerden usar mascarilla hasta que se vacunen. 

jueves, 17 de septiembre de 2020

 MORRIÓN Y COLETO… Y TODO LO DEMÁS

                        Enfrentando la “tarea” (entre comillas, porque no es una obligación) de recrear las milicias de caballería durante la Patria Vieja, tuve que respirar hondo, borrar de mi mente el fatal número 45 mínimo y dividirlo en cifras más amigables: Dado la heterogeneidad de su composición, decidí analizar su organización para parcelar el “trabajo” (dito). En primer lugar, algunos oficiales, músicos y sargentos deberán llevar el uniforme de la Asamblea de Caballería, es decir: Uniforme de dragones con sus divisas correspondientes a la Asamblea; las milicias de Santiago (ciudad y provincia en general) deberán mezclar el uniforme de milicias de 1792, con vestimentas civiles campesinas y citadinas. Esta vez voy a superar la tentación de incluir los antiguos uniformes rojos del regimiento de la Princesa. Por último, las milicias de la provincia de Concepción vestían aún el morrión y coleto (en la “Cronica…” expongo los antecedentes históricos de su uso en esta época). Tenemos entonces 4 tipos de tenidas diferentes, por lo tanto, se pueden confeccionar 4 grupos de 12 figuras cada uno.

                        Una vez definido el grueso del objetivo, he optado por empezar por los milicianos de Concepción, con sus morriones y coletos: Los morriones se describen como cascos redondos, con una pequeña cimera de metal, visera y cubrenuca. Posiblemente, algunos tengan la larga pluma roja en su parte anterior. El coleto es un poco más difícil de interpretar para su uso sobre un caballo. Se describe como confeccionado de cuero de vaca con una sección delantera y otra posterior. Gay lo dibuja como un delantal que cubre casi hasta la rodilla, lo que es practicable para la infantería… pero un jinete estaría muy incómodo sobre la montura con una pieza semirígida entre las piernas. ¿Cómo eran?.

                        Los Dragones de Cuera mexicanos (cuera es sinónimo de coleto) usaban una prenda abierta al medio desde el cuello hasta los muslos, por lo que, ceñida por una faja, permitía permanecer cerrada sobre el pecho y se abría junto a los muslos al montar el caballo. Sin embargo la cuera chilena aparentemente era distinta, probablemente por la influencia de la armadura corporal usada por los mapuches. Estos usaban morriones y corazas confeccionados con cuero de lobos marinos endurecidos. Algunos usaban la coraza hasta la cintura y otros (como un  pehuenche descrito por José María de la Cruz) hasta los muslos, aunque, según el cronista, sus movimientos quedaban muy limitados. Viendo que la lanza no penetraba el cuero endurecido, españoles y chilenos copiaron esta armadura, pero ¿cómo solucionaban el problema de la montura?. La solución es simple: con un corte al medio hasta la cintura. Este expediente fue usado durante el siglo XVII y nos parece que apoya nuestras suposiciones. A continuación imágenes que grafican lo explicado:

 

 

Dragón de cuera mexicano
Este es un detalle del Parlamento de Negrete de Claudio Gay que muestra los morriones y coletos de las milicias de infantería (las lanzas son de 2 mts)

¡Atención recreacionistas! Esta es una reconstrucción de una coraza de piel de lobo marino. El detalle del cinturón de fijación y la sobreposición de la parte delantera sobre la trasera se ven claramente, así como la marca de la separación anterior.



El coleto de Gustavo Adolfo de Suecia, muestra como se amplían los faldones para facilitar el montar a caballo, manteniendo la protección de los muslos.

                        Los pantalones llegaban a la rodilla y la variedad de botas de montar iban desde los pies descalzos, con estribo de argolla para el dedo gordo del pie (a la usanza  mapuche) en ocasiones con botas de potro, quizás no tan populares como entre los gauchos argentinos. Hasta las botas de cuero de carnero o cordero… hay para elegir. Los estribos también son variados: argollas, tablas de madera perforada, estribos de metal tipo campana, jaula o capacho y estribos de madera “hocico de chancho”, capacho, triangulares o “acalabazados”. Los aperos de los caballos simples: Cabezadas finas (sin el jaquimón de las caballerías europeas) con botones de cuero, raro era el uso de hebillas o guarniciones de metal, aunque muy preciadas ya que conferían un alto estatus. Las monturas amplias con varias capas de pellones, sin cólera, ni pechera. En general, deberé destinar algún tiempo a despojar los caballos de los set de caballería napoleónica de sus aperos europeos y usar mucho Green stuff.


Las botas de cuero de potro.

                        Las armas eran mayoritariamente lanzas de 3 mts (4,2 cms. en escala 1/72), con algunos machetes (los cuchilleros de Muñoz de Guzmán) y muy pocos mosquetes o tercerolas de propiedad particular de quienes las portaban.

                        He elegido las figuras de Imex 515 “Mexican cavalry at the Alamo” que ya vienen con morrión (las figuras son distintas a la imagen de la caja) al que sólo hay que rebajar la cimera. Vienen 6 lanceros, 1 portaestandarte, que se convertirá en lancero. De las 4 figuras con sable, una será sargento, otra tambor y 2 se convertirán en lanceros. El oficial usará uniforme de 1792. Voy a dejar hecho un miliciano con mosquete… por si acaso.

                        Los caballos de Imex son muy feos y grandes para la escala, sobre todo si queremos representar caballos chilenos, por lo tanto usaré los caballos del set 6007 de Italeri “Prussian Cuirassiers” Este set es muy bonita y siempre lo miraba con pena, porque sus uniformes son de 1806 y yo me dedico a los uniformes de 1812 en adelante. Pensaba que no los usaría nunca. Ahora ya tendrán salida… al menos los caballos y las cabezas con bicornio que son los que usaban dragones y oficiales de milicias.

Estas son las figuras. En una próxima (espero) entrada mostraré el trabajo con green stuff para esculpir los coletos y la modificación de los aperos de los caballos.

                            Y eso sería todo por el momento. Que pasen un feliz y tranquilo 18. ¡Cuídense y no se achoclonen! Aprovechemos esta pandemia y el aislamiento obligatorio para no embotar nuestros sentidos con alcohol y música estridente. Es el momento de la introspección y tratar de vivenciar la valentía de quienes desafiaron a un Imperio para ser los rectores de su propio destino. Brindemos por ellos... no por nosostros.


lunes, 31 de agosto de 2020

 

BATALLA DE EL MEMBRILLAR (20 DE MARZO DE 1814)

 


                        Aunque no está completo el terreno, ayer dispuse el escenario para recrear en un wargame la batalla de Membrillar. Tuve algunos inconvenientes con las piezas de terreno faltantes, motivadas en mi largo receso: Apliqué la silicona en el curso de agua ANTES de fijar las piezas con barniz mate… obviamente el agua quedó… mate. Ya veremos si se puede remediar. Tampoco hice las piezas del campamento (solo tenían función estética, claro que la estética es una parte importante de los wargames con miniaturas, pero en este caso no influyó mucho en las acciones) ni las de las viñas del flanco izquierdo de la posición independentista, donde empezó el combate, pero las reemplacé por campos de trigo… (los que sepan de agricultura se estarán rascando la cabeza).

                        Una vez dispuesto el campo y desplegadas las fuerzas (el orden de batalla lo tenía hace tiempo) me encontré con que se me habían olvidado algunos aspectos del reglamento y tuve que releerlo. Los elementos específicos de este escenario son los parapetos adelantados a izquierda y derecha del hornabeque central, que pueden disparar (un cañón y 1 base de infantería simultáneamente) en 3 sentidos, sin necesidad de reposicionar sus bases. También es específico del escenario el primer movimiento de avance general de la infantería realista en orden abierto, fuera del alcance de las órdenes de Gainza. El resto es de acuerdo a ESMOSACA a doble escala: Cada base representa 40 soldados y los cañones 2 piezas (solo disparan con 1 D6).

Mackenna dando las últimas disposiciones en el hornabeque. Al frente el despliegue inicial realista

 

Vista completa del reducto central independentista.
La posición independentista, desde el punto de vista realista: A derecha los chillanejos; al centro el batallón Chiloé y a la izquierda (detrás de los árboles) el batallón Valdivia.


Lantaño y sus hombres dirigiéndose hacia los viñedos para atacar el reducto de la izquierda independentista.


Mientras Gainza intenta desplegar su artillería (al centro), la infantería avanzará por su cuenta: a la izquierda los batallones Chillán y Concepción Tras los árboles). Al centro los batallones Chiloé y, en segunda línea los Voluntarios de Castro. y a la derecha el Valdivia (no se ve)

                       Luego del primer avance realista, los cañones y mosquetes independentistas se concentraron en el batallón Chiloé que enfrentaba en campo abierto el hornabeque o reducto central. Gainza pudo desplegar su artillería (solo 6 de los 14 cañones que disponía), pero luego debió dirigirse hacia el batallón Chiloé que se estaba desordenando con las descargas independentistas. En vano se sacrificó el batallón Valdivia atacando el parapeto de la derecha independentista, para liberar a los chilotes del cañoneo. Antes de que Gainza pudiera reorganizarlo, los chilotes se desbandaron. El general realista quedó solo frente a los cañones independentistas y se dirigió a reoganizar a los desordenados valdivianos que resistían a duras penas las descargas de los argentinos de Balcarce. Aunque logró su propósito, el Valdivia quedó paralizado en la falda del cerro coronado por el parapeto independentista; fuera del arco de fuego de sus cañones, pero también sin posibilidad de participar en el combate.

 

El avance inicial realista: Todos los batallones se despliegan en orden abierto y se dirigen simultaneamente contra los tres reductos independentistas.

El avance realista desde la perspectiva independentista.

Los chilotes en retirada. Mientras Gainza trata de reorganizarlos, los valdivianos atacan el parapeto de la derecha independentista.

                         En media hora, los hombres de Mackenna habían detenido el avance de la infantería realista y empezaron a concentrar sus fuegos sobre los cañones realistas y las compañías del Real de Lima que estaban desplegadas en la altura que enfrentaba al hornabeque. El duelo era desigual, tanto en número y calibre de cañones, como en número de mosquetes que a esta distancia tenían algún efecto. El Real de Lima, luego de sufrir 40 bajas abandonó el campo dejando solos a los artilleros. A estas alturas del combate, Gainza ya no quiso prolongar el combate. El Valdivia estaba fijo, resguardándose del disparo de los cañones del parapeto de la derecha independentista; los Voluntarios de Castro se refugiaban éntre los árboles en el centro y los artilleros estaban cayendo bajo el fuego del reducto central. En la izquierda realista, los chillanejos de Lantaño resistían entre los viñedos el fuego del reducto de la izquierda independentista. Detrás, el batallón Concepción no se decidía a avanzar o retirarse.

Luego del desbande del batallón Chiloé, gainza ha reorganizado al Valdivia, que permanece fijo al pie de la colina de la izquierda independentista. Los voluntarios de San Carlos se han refugiado tras los árboles de la izquierda de la artillería realista,

 

La retirada realista: Al fondo a la derecha el Valdivia poniendose fuera del alcance de los cañones tras los árboles; al centro se retira Gainza con los cañones, dejando uno abandonado; a la izquierda, al fondo el Concepción abandonando el campo.

                        Movilizándose de izquierda a derecha, Gainza logró retirar a los hombres de Valdivia, Castro, Concepción y los artilleros con 2 cañones. Una pieza quedó abandonada sin artilleros. Y los chillanejos, viéndose solos frente a todo el despliegue defensivo enemigo, se retiraron sin que las descargas independentistas les ocasionaran mayores bajas (aprovecharon que en un momento los artilleros independentistas trataron de alcanzar a Gainza mientras retiraba una pieza de artillería). Todo concluyó en poco más de una hora.


Los chillanejos son los últimos en abandonar el combate.

                                              El desenlace histórico fue la retirada realista después de 3 horas de combate (la última hora fue un esporádico intercambio artillero, ya que la lluvia inutilizó los mosquetes, por lo tanto solo hubo 2 horas de combate)  y de perder 500 hombres y 360 dispersos. Mackenna tuvo algo más de 30 bajas. En esta recreación el combate duró 66 minutos, con 400 bajas y 360 desbandados en el bando realista y 80 bajas en el independentista. Demoré ¡Tres horas! en completar el juego y eso que limité el número de fotos por tener baja la batería... Entretenido, pero tengo que ponerle algo de lubricante a los engranajes para que la próxima sea más fluida.



miércoles, 26 de agosto de 2020

 PARAPETOS PARA EL MEMBRILLAR

                            Al fin esta semana Curicó salió de la cuarentena. Es posible que eso me permita, en unos días (cuando el flujo de ciudadanos liberados deje de hacer cola en todos los locales comerciales existentes en la ciudad), ir a comprar barniz mate en spray para poder fijar el "pasto" en las bases de los soldados y terreno que he preparado para jugar el escenario de la batalla de Membrillar. Mientras tanto he estado "flirteando" con Blender; por el momento solo con figuras en 2D. He descubierto que es mucho más fácil que con Photoshop (nunca pude dominarlo completamente) y es posible que me permita, en un futuro muy, muy lejano, limpiar mi biblioteca de iconografía de uniformes y representar con mis figuras los uniformes napoleónicos por campañas... Por supuesto que el objetivo final es poder diseñar figuras en 3D para imprimirlas. Tal vez esa sea mi última contribución a la uniformología y wargames de nuestra independencia.

                            Bueno, acompaño esta entrada con algunas imágenes de los parapetos recién construidos y como se usarán. La idea es que también sirvan para reductos en MOSACA, Pudiendo albergar una batería de 12 cañones y 1.800 hombres (3 bases de infantería). No será el Gran Reducto de Borodino, pero si las Flechas...

El parapeto sin figuras. La idea es representar los parapetos en herradura, que tenían posiciones artilleras hacia el frente y ambos flancos.


A esto se deberán enfrentar los realistas... imagen preocupante a lo menos.

El otro parapeto, solo guarnecido por infantería. Igual es intimidante.

Los dos parapetos juntos.

                                    La próxima entrada estos parapetos estarán protegiendo los flancos, en posición avanzada, del campamento de McKenna en El Membrillar. Con respecto a futuras batallas, todo depende de la pandemia: revisando mi batería de acrílicos, he comprobado que no me queda rojo indio, color fundamental para pintar caballos alazanes, que son los más llamativos de las unidades de caballería. En todo caso empezaré a trabajar en los jinetes; ya saben, por lo menos 60 milicianos y 30 dragones...

                        

domingo, 2 de agosto de 2020


LOS HÚSARES DE CARLOS IV Y FERNANDO VII.

                        Cuando estaba preparando la “Crónica…” dediqué un buen tiempo a buscar el uniforme de los Húsares de Galicia para saber cuál era el uniforme de José Miguel Carrera, puesto que existían diferencias entre las distintas representaciones de él. Finalmente, mi investigación me llevó a la conclusión que expreso en el libro y, a pesar de no encontrar el uniforme de los Húsares de Galicia, todos los datos recopilados, podían ser la base de otro proyecto: Hacer bases para MOSACA con figuras de cada una de las unidades de húsares españoles (en este reglamento cada figura representa 300 hombres, por lo tanto con 1 o 2 bases podría formar una unidad completa).
                        Ese proyecto quedó, como todos los demás archivado y seguirá así, pero como me conseguí un poco de yeso y estoy confeccionando los parapetos de los reductos laterales de Membrillar, mientras espero que se sequen, voy a subir esta entrada a fin de compartir la información. Tengo la esperanza de que quienes se interesen en el tema puedan complementar los datos faltantes.
                        Las descripciones de los uniformes, en general se basan en Clonard y el Estado Militar de España (ver referencias). La mayoría de las imágenes corresponden a la pluma de José María Bueno. En caso de discordancias, se mencionan en el texto, al igual que los comentarios entre paréntesis.

Húsares de María Luisa/Extremadura:
                        El 30 de marzo de 1793, en Extremadura, Juan Nieto Aguilar, 2° marqués de Monsalud, recibió la autorización de formar a su coste un escuadrón de Carabineros, entre los reclutas se incluyeron reclusos excarcelados de la región y Andalucía. El 26 de abril el conde de Verona fue autorizado a levantar un segundo escuadrón. El tercer escuadrón se levantó a partir del 24 de mayo de 1794, incorporando a 127 hombres del regimiento Carabineros del Estado en formación desde el 21 de mayo de 1793 por Juan Castillo y sus 3 hermanos en Talavera de la Reina. Con 3 escuadrones ya constituye el regimiento de caballería pesada Carabineros de María Luisa, apareciendo en el Estado del Ejército Español en 1795. En 1803 cambia de instituto y pasa a denominarse Húsares de María Luisa. En mayo de 1808 sus escuadrones divididos entre Badajoz (Extremadura) y Portugal (formando parte del cuerpo de Junot, en la división Solano con 150 hombres), por lo que constituye los regimientos 1° y 2° de Húsares de Extremadura (María Luisa era la esposa de Carlos IV descreditado por los rebeldes españoles) en agosto. Permanecen como unidades separadas, hasta que se refunden en un único regimiento de Húsares de Extremadura en abril de 1811. En 1815 cambia su denominación a Húsares de Bailén.
Izquierda: Carabinero de Maria Luisa. Al centro: Húsar de María Luisa 1802, esta imagen es la reproducida ampliamente, suponiendo que abarca hasta 1808; nótese el dibujo de la espalda del dormán y pelliza, común a todo el instituto de húsares. A derecha: trompeta con los colores trocados.
                        Campañas y acciones en que participa: Guerra del Rosellón (1794-5): Acciones de Las Terradas, del puente de Grau y de San Lorenzo de Murga, Batalla de Pontós. Guerra de Portugal (1801): Combates de Arronches y Flor de Rosas. Guerra de Independencia (1808-13): Batallas de Gamonal, Medellín, Talavera, acción del Puente del Arzobispo, Batalla de Ocaña, defensa y capitulación de Olivenza y Badajoz, sorpresa de Arroyomolinos.
                        Uniformes 1794-1801: Casaca y capa encarnada; chupa y calzón anteado; collarín, solapa y vuelta azul con galón en ella y botón blanco. 1795: Clonar y el Estado del Ejército Español de 1796 describen el siguiente, uniforme que solo perduró este año: Casaca, capa y botón blanco; solapa, collarín y vuelta azul celeste, forro y vivos encarnado, chupa y calzón anteado. 1802-5: Pelliza, capote y pantalón azul celeste,  vuelta y cuello encarnado, con sable y palma enlazados, bordados en sus extremos, dormán encarnado con cuello y vuelta celeste, faja del mismo color con bellotas encarnadas, gorro alto de copa guarnecido y chapa de latón con letrero del nombre y número del regimiento (nótese que en este año los húsares debieron reemplazar el mirlitón por el chacó). 1806-14: Capote, pelliza y pantalón azul celeste, dormán, vuelta y cuello encarnado (aparentemente a partir de esta fecha se deja de usar el color de la divisa en vueltas y collarín), con palma y sable enlazados en sus extremos, botón blanco de cabeza de turco.

Húsares Españoles:
                        Levantado el 6 de febrero en 1795 en Sarriá de Ter (Gerona, Cataluña) por el marqués del Palacio. Se escogieron 40-50 hombres y caballos de cada uno de los regimientos de caballería de línea y dragones existentes. Participó en sus primeras acciones en la guerra del Rosellón con sus soldados vistiendo los uniformes de sus unidades de origen, hasta que recibieron sus uniformes en junio de 1795. En 1818 se fusiona con el regimiento de caballería España.
                        Campañas y acciones en que participa: Guerra de Rosellón (1795): Combates de Besalú, Avignonet, Villafranca, Báscara, San Pedro Pescador, Armentera y Barberana, Batalla de Pontós, toma de Puigcerdá, encuentros de Bellvert, Oriol y Ventalló. Guerra de Portugal (1801): Toma de Monforte, combate de Arronches y toma de esta plaza. Guerra de Independencia (1808-1813): Toma del puesto de San Cucufate del Fallés, combate de Llinás y Molins del Rey,  Batalla de Walls, socorro de Gerona, jornadas de Vich, puente de Altafulla, Sagunto, Manises y Alaguás, defensa y rendición de Valencia.
Húsares españoles según Clonard. De izquierda a derecha, uniformes de 1795; 1797 y 1805. Hay algunas discrepancias con el texto.
                        Uniforme (1795-96): Pantalón pasa de corinto (burdeos) con cuchillos de piel (refuerzo de piel) color de avellana, otro azul celeste con trencilla en el delantalillo y costado, media bota con espuela, dormán celeste con cuello y vuelta color pasa de corinto y trencillaje del mismo color,  pelliza pasa de corinto con pieles blancas y trencillaje celeste, gorra sin visera y cogotera de piel (Colbac pequeño y estrecho), escarapela del costado izquierdo con un plumero. 1797-1802: Casaca, pantalón y capeta azul (cambia la pelliza por esta prenda), cuello de esta encarnado y forro blanco de piel de cordero para los oficiales y género de lana para la tropa, ojal de cordoncillo de seda y botón redondo del mismo color, chaqueta anteada con cuello azul. 1803-4: Recibe el uniforme único de los húsares de esta época: Pelliza, capote y pantalón azul celeste,  vuelta y cuello encarnada, con sable y palma enlazados, bordados en sus extremos, dormán encarnado con cuello y vuelta celeste, faja del mismo color con bellotas encarnadas, gorro alto de copa guarnecido y chapa de latón con letrero del nombre y número del regimiento. 1805: Capote, pelliza y pantalón azul celeste, dormán, vuelta y cuello verde esmeralda (¿sin divisa celeste?), con palma y sable enlazados en sus extremos, botón blanco de cabeza de turco.

Húsares de la Guardia del Almirante:
                        En 1801, para marchar contra Portugal, El Generalísimo y Gran Almirante Manuel Godoy creó, como escolta personal, una compañía de húsares. Al año siguiente se aumenta con una compañía de cazadores a escuadrón de guardia del Príncipe de la Paz. El 24 de junio de 1805 ambas compañías pasan al instituto de cazadores y se integran a la brigada de carabineros reales, siendo desbandadas luego de la destitución de Godoy en marzo de 1808. 
Húsares de la Gurdia del Almirante: oficial y soldado de 1803, a derecha, uniforme de 1805 con pelliza azul turquí.
                        Uniformes 1803-4: El de los húsares con faja y plumero azul. 1805-8: Pelliza, pantalón y capote azul turquí, chaleco, vuelta y collarín encarnado, plumero y faja azul celeste con nudos o bellotas blancas, así como las trencillas y galón del mismo dibujo de los de línea; los cabos y soldados llevan galón de plata ancho en el antebrazo y los sargentos en el cuello y vuelta galón de plata, y bordados de plata la palma y sable enlazados del collarín.

Húsares de Fernando VII
                        Creado en noviembre de 1808 por el conde de Fernán Núñez en El Prado (Madrid) como regimiento de Granaderos de Fernando VII. En mayo de 1811 cambia de instituto denominándose Húsares de Fernando VII. En 1815 integra la expedición del general Pablo Morillo a Costa Firme (Venezuela), participando en las campañas de la independencia americana hasta su extinción en 1825.
Soldado y oficial de los Húsares de Fernando VII
                        Uniforme: Colbac alto de piel negro, con manga y plumero encarnados, cordones de hilo y carrillera de metal blancos. Dormán verde botella con cuello y vueltas amarillos, vivo, alamares y botón blanco. Calzón amarillo con galón lateral y laceríos del puente blancos (pantalón sajón marrón con lista lateral verde). Pelliza verde botella con forro de piel negra, alamares, galones y botones blancos. Botas húngaras con galón y borla blanco.

Húsares de Granada:
                        Creado como Húsares Reales de Granada en octubre de 1808 por el marqués de Campoverde, en noviembre de 1808 forma parte de la división Reding del ejército de Cataluña. Con la reorganización de abril de 1811 cambia su denominación a Húsares de Granada, siendo uno de los 4 regimientos de húsares (junto a Extremadura, Españoles y Fernando VII) que permanecieron como tales después de la reorganización de este año. En 1815 se refunde con el regimiento de caballería de Numancia.
                        Uniforme: Ver lámina adjunta, es la única referencia encontrada.
Los pinceles de José María Bueno nos entregan la única imagen de los Húsares de Granada. A derecha un Húsar de San Narciso, según el mismo autor.
 Húsares de San Narciso/Cataluña:
                        El escuadrón de Húsares de San Narciso fue levantado por Luis Decref en Gerona en diciembre de 1809. Con la reorganización de abril de 1811 pasa a denominarse  Escuadrón Provincial Húsares de Cataluña. En 1813 incrementa sus efectivos hasta 3 escuadrones de 3 compañías cada uno, para formar el regimiento de Húsares de Cataluña. En octubre de 1814 se integra al regimiento de Dragones de Numancia.
                        Uniforme: Mirlitón con visera (¿Chacó?) con banda encarnada y vivo blanco. Dormán y calzón azul celeste con vivo, trencillas y botón amarillo, al igual que la pelliza verde con piel marrón. (Esta versión es de J.M. Bueno, basada en la investigación de Joaquín Pla Dalmau. Existe otra versión con uniforme todo amarillo y otra con dormán blanco y calzón pardo)

Húsares de Daroca/Aragón:
                        El escuadrón de Húsares de Daroca fue creado el 30 de abril de 1810 por Joaquín Navarro con soldados dispersos de la división del general Pedro Villacampa. En agosto ya contaba 2 escuadrones, pero el desgaste de campaña reduce su fuerza y en abril de 1811 cambia su denominación a Escuadrón Provincial Húsares de Aragón. En 1812 se forma un tercer escuadrón con los lanceros de Sevilla y en 1813 incrementa sus efectivos para formar el regimiento de Húsares de Aragón con 3 escuadrones. En 1815 se refunde con los dragones de Almanza y cazadores de Olivenza.
                        Uniforme: Arredondo describe este uniforme (sin imagen gráfica): Casco Tarletón. Dormán azul turquí con cuello y vueltas rojas. Alamares y botón blanco. Chaleco anteado y pantalón azul turquí.

Húsares de León/Galicia
                         Creado como escuadrón de Húsares de León en febrero de 1810 por Nicolás de Salvador Enrile. Con la reforma de abril de 1811 cambia su denominación a Escuadrón Provincial de Húsares de Galicia. En 1813 incrementa sus efectivos para constituir el regimiento de Húsares de Galicia. En 1815 se refunde con el regimiento de caballería Lusitania.
                        Uniforme: Como se comentó al comienzo de esta entrada, no he encontrado imágenes, ni referencias escritas al respecto.

Húsares de Cantabria:
                        Creado como escuadrón en 1809 por Juan José González de la Riva y Vivanco, VI marqués de Villa Alcázar. Denominado Escuadrón Provincial de Cantabria en abril de 1811, el mismo año se incrementan sus efectivos para formar un regimiento. En 1815 se integra al regimiento de Coraceros de la Reina.
                        Campañas y acciones en que participa: Datos obtenidos en Wikipedia: 1810: Asalto a Santander. 1811: Batalla de El Puelo. 1812: Toma de Santander. 1813: Batalla de Vitoria, combate de San Sebastián. 1814: Batalla de Toulouse.
                        Uniforme: La hermosa pintura de José Ferre Clauzel muestra un uniforme que coincide con lo que se ve en una miniatura de su coronel Juan José de la Riva. También hay un libro de Raúl Lión Valderrábano “Húsares de Cantabria: La caballería del señor de la Riva” que muestra este uniforme (seguramente bien estudiado por el autor) en su portada.
 
Husares de Cantabria en patrulla. En el recuadro su comandante Juan José de la Riva.
Húsares de Castilla:
                        Creado como escuadrón en Astorga por José (¿Vicente/José Vicante?) Bremont (¿Bremond?) en septiembre de 1809. En 1811 pasa al ejército de línea como  Escuadrón Provincial Húsares de Castilla y en 1813 se expande a regimiento. En 1815 se fusiona al regimiento del Rey.
                        Uniforme: Casco Tarletón con banda (¿de seda?) negra en la base. Dormán amarillo con vuelta y cuello encarnado. Vivo, trencillas y botón blanco. Faja encarnada con bellotas blancas. Pantalón marrón, bota húngara negra.
 
En este cuadro se representa un oficial, en primer plano y dos soldados del escuadrón de Húsares de Castilla. En el recuadro un grabado de la época del capitán de esta unidad: Antonio García, apodado "El Inmortal" por haber recibido 32 heridas de bala y arma blanca. También se le llamó "El Arcabuceado", por haber sobrevivido a un fusilamiento. Su uniforme confirma la exactitud de la pintura de Emilio Garín. 
Húsares de Burgos:
                        Creado como partida guerrillera por el sacerdote Jerónimo Merino Cob, alias “El Cura Merino” en 1809. En abril de 1811 cambia su denominación a Escuadrón de Húsares Voluntarios de Burgos y en 1813 se completa como regimiento de 3 escuadrones. En 1815, bajo el mando de Julián Sánchez “El Charro”, se integra al regimiento Lanceros de Castilla.
                        Junto a la infantería de la misma guerrilla participó activa u eficazmente cortando las comunicaciones del ejército francés desde Burgos al resto de la península. Estas acciones, algunas mayores con más de 1.500 hombres, están minuciosamente detalladas en las memorias de José ramón de Santillán.
                        Uniforme: Arredondo (ver referencia) presenta una lámina de un “oficial del escuadrón de élite” con colbac negro, dormán verde con trencilla y botón blanco. Pantalón y pelliza anteados con vivos, trencillas y botón blanco. J.M. Bueno prefiere representar el uniforme descrito en el Estado Militar de España de 1815: Capote, pelliza y pantalón azul celeste, dormán, vuelta y cuello anteado, botón blanco cabeza de turco. Sin embargo, para reconstruir este uniforme se deben considerar dos fuentes contemporáneas: Santillán menciona “pellizas azules con adornos blancos” y el dormán del Cura Merino que se conserva de color azul turquí con vivos y trenzados plateados (lo que hace suponer que la tropa los usaba blancos).
 
A izquierda oficial de los Húsares de Burgos según JM. Bueno. Al centro Oficial en uniforme de 1815 (miniatura que sigue la descripción de Arredondo). A derecha el dormán que se conserva hasta la actualidad del comandante de los Húsares de Burgos, el "Cura Merino."
Húsares de Guadalajara:
                        En febrero de 1810 Juan Martin Diaz, “El Empecinado” (me encanta este pseudónimo) levantó una guerrilla con dos partidas de caballería, una de las cuales en diciembre de 1811 pasa a denominarse escuadrón de Húsares de Guadalajara y en 1812 se transforma en escuadrón de Cazadores de Guadalajara. En 1815 vuelve al instituto de húsares y en 1818 se refunde con el regimiento de caballería Reina.
                        Uniforme: No dispongo de datos al respecto, pero el cuadro de Francisco Goya de “El Empecinado” lo muestra con dormán rojo con cuello y vueltas azul turquí, vivos, botón y trencillas dorados. Pantalón verde oscuro con adornos plateados.
 
"El empecinado, comandante de los Húsares de Guadalajara, según Goya en 1809. A derecha "El Médico" según un grabado de la época coloreado (Alamy stock photo)
Húsares Francos Numantinos:
                        En mayo de 1809 Juan Palarea y Blanes “El Médico” levantó una guerrilla para actuar en las provincias de Madrid y Toledo. La caballería se denominó Escuadrón Franco Numantino, alcanzando en 1811 efectivos para formar un regimiento, pero nunca fue reconocido como unidad de línea (lo contrario afirma Wikipedia).
                        Uniforme: No existiendo referencias específicas, podemos utilizar la imagen de “El Médico”: Colbac negro con cordones plateados (¿blancos para la tropa?). Dormán encarnado con vueltas y cuello azul celeste. Galón, trencillas y botón blanco. Pelliza y pantalón azul celeste con trencillas y adornos blancos.

Húsares de Navarra:
                        El Corso Terrestre de Navarra fue levantado en marzo de 1809 por Francisco Xavier Mina. En 1810 ya contaba con más de 2.000 hombres, pero su líder fue capturado por los franceses, siendo sustituido en el mando por su tío Francisco Espoz Illundaín, quien cambió su nombre, en honor a su sobrino, por Francisco Espoz y Mina, nominación con la que se haría famoso, comandando más de 3.000 hombres y extendiendo su actividad guerrillera de Navarra a Aragón, Castilla y Guipúzcoa. La partida de caballería en enero de 1811 adquiere la nominación de Regimiento de Húsares de Navarra. En 1815 se refunde con los regimientos de caballería de Santiago y Calatrava.
                        Uniforme: Chacó con guarniciones de metal blanco. Dormán verde (¿esmeralda?) con vueltas y cuello encarnado, vivo, botón y trencillas blancas. Pantalón azul turquí con refuerzo de piel negra y lateral encarnado. Una parte de la caballería navarra formaba la escolta de Francisco Espoz y Mina, vistiendo casco Tarletón. Dormán amarillo y pelliza encarnada con alamares y botones blancos. Pantalón encarnado con vivos blancos.
 
A izquierda: Francisco Xavier Mina "El Mozo", creador del Corso Terrestre de Navarra. Al centro: Húsar de Navarra. A derecha: Escolta de Francisco Espoz y Mina.
Húsares de Iberia:
                          Después del segundo sitio de Zaragoza, en septiembre de 1809, José de Abecia forma una partida guerrillera que es aumentada por la de Francisco Anchía y Urquiza alias “Francisco Longa” formando el Corso Terrestre de Castilla, cuya caballería se denominaba Húsares de Iberia. En 1811 pasa al ejército regular como Cazadores de Iberia. En 1815 retorna al instituto de húsares.
                          Uniforme: J.M. Bueno, seguido por Arredondo en la descripción de la lámina correspondiente exponen la historia de los húsares numantinos (¿?). Solo se dispone del grabado (sin color) del comandante Francisco Longa que viste, aparentemente, el uniforme general de los húsares de 1803.
 
A ziquierda: Húsares de Iberia: Francisco Longa con uniforme aparentemente similar al de húsares de 1803. A derecha dibujo sin colorear de los Húsares de Oviedo o Asturias (ver texto).
Húsares de Asturias:
                        Escuadrón provincial, también conocido como Húsares de Oviedo. Francisco Diaz de Otazu, en un artículo de la revista “Legio XXI” describe esta unidad que con una plantilla inicial de 70 hombres, habría alcanzado la fuerza de 2 escuadrones, combatiendo hasta la batalla de Toulouse.
                        Uniforme: Chacó acampanado reforzado con chapa placa blanca (cruz y leyenda “Húsares de Oviedo”), escarapela y pompón rojo. Casaca corta encarnada con cuello, vueltas y solapa blanca. Hombreras con escamas de hojalata (metal blanco, que hace suponer que los botones son del mismo color). Pantalón sajón gris. Tenida de Cuartel: Gorra de manga encarnada con vivos y borla blancos. Chaleco con mangas blanco.

Húsares de la Rioja:
                        Escuadrón creado en noviembre de 1809 por Bartolomé Amor de la Pisa (¿Francisco Salazar?) con los dispersos de la batalla de Medina del Campo. Disuelto en 1812.
                        Uniforme: No dispongo de descripciones o imágenes al respecto.

Húsares de San Andrés:
                        Este es un caso curioso: No he encontrado absolutamente ninguna referencia histórica acerca de la creación, existencia, ni destino de esta unidad. Sin embargo imágenes como la adjunta abundan en la red.
 
A izquierda: Soldado y oficial de los "húsares" de Almansa. Al centro: Representación firmada por JM Bueno en 1967 de un húsar de San Andrés; existen otras versiones con mirlitón y con vivos blancos en los pantalones. A derecha: Húsares Francos de Valdepeñas. 
Húsares de Almansa:
                        José María Bueno reproduce los uniformes de un soldado y oficial de esta unidad, basado en el diario del teniente Robert Woolcombe. Sin embargo, se trata del regimiento de Dragones de Almansa, parte de la División Mallorquina del general Santiago Wittingham, equipada por los ingleses con uniformes del 10° de Húsares británico.

Húsares de Palafox:
                        Unidad mencionada un par de veces en la literatura consultada. Sin mayores antecedentes, ni imágenes disponibles.

Húsares Francos:
                        En los primeros años de la Guerra de Independencia se levantaron espontáneamente múltiples partidas guerrilleras, tanto de infantería, como caballería. En 1811 se trata de reglamentar la existencia de las unidades guerrilleras. Los jefes de dichas partidas tratan de darle a sus unidades los nombres más distinguidos posibles. Los siguientes adoptaron la denominación de húsares:

CUERPO
JEFE
CÍAS.
PLAZAS
Húsares Francos Numantinos
Juan Palarea “El Médico”
6
701
Húsares Francos de Valladolid
Tomás Príncipe “Borbón”
6
646
Húsares Francos de Castilla la Vieja
Jerónimo Saornil
4
300
Húsares Francos de Simancas
Francisco Castilla
4
221
Húsares Francos de Segovia
Diego Lafuente
3
231
Húsares Francos Saguntinos
Antonio Temprano
3
206
Húsares Francos de Valdepeñas
Francisco Abad “Chaleco”
3
187
Húsares Francos de Carabanchel
Fermín García Monge
3
186
Húsares Francos de la Vera
Gregorio Morales Cabezuela
3
175
Húsares Francos de Camuñas
Francisco Sánchez
3
136
Húsares Francos de Ávila
Antonio Soblechero
2
160
Húsares Francos de la Rioja
Eustaquio Salcedo
2
137
Húsares Francos de Almagro
Cañizares
1
82
Húsares Francos de Toledo
Feliciano Cuesta
1
73
Húsares Francos de Calatrava
Vicente Giraldo
1
48
Húsares Francos de los Pedroches
Francisco Contador Sena
1
43
Húsares Francos Manchegos
Claudio Escalera
1
41
Húsares Francos de Daimiel
Vicente Bernal
1
35
Húsares Francos de Moral de Calatrava
Alfonso Huertas
1
26
TOTAL
49
3634

                        No aparecen en esta tabla los Húsares Francos de Valencia, escuadrón creado en junio de 1808 y disuelto en junio de 1811.
                        Con respecto a los uniformes, ya se describió el del cuerpo de Húsares Numantinos. J.M. Bueno, seguido por Arredondo, nos muestra el uniforme de los Húsares Francos de Valdepeñas a partir de un grabado de su comandante Francisco Abad.

                        Por último, y para terminar esta laaaarga entrada, hacer referencia a que era costumbre que los trompetas usaran los colores trocados, es decir el dormán del color de la pelliza de la tropa y viceversa. También existían las compañías de élite, normalmente la primera del primer escuadrón, que se distinguían por el uso de colbac, en vez de chacó. Estas compañías debían, según la instrucción de abril de 1811, formar escuadrones de preferencia, junto a los granaderos o carabineros de los regimientos de caballería pesada y dragones, para ser empleados como reserva de caballería de los ejércitos en campaña. Finalmente, los oficiales usaban charreteras al color del botón, al igual que los de infantería y otros institutos de caballería.

Referencias:

- Real, Imprenta: “Estado Militar de España”. Volúmenes de los años  1793 a 1808, 1811 y 1815.
- Wikipedia: Varios artículos relacionados con los nombres de los líderes y creadores de las distintas unidades mencionadas en el texto. En estos artículos se describen, con cierto detalle, las acciones de guerrillas desarrolladas por las unidades de húsares comandadas por ellos.
- Bueno, José María: “Uniformes españoles de la guerra de independencia 1808-1814”. Aldaba Ediciones S.A. 1989.
- Arredondo, Emilio: “Los húsares españoles en la guerra de independencia 1800-1814”. Editorial Almena. 2000.
- Sotto, Serafín María de, Conde de Clonard: “Historia orgánica de las armas de Infantería y Caballería españolas desde la creación del ejército permanente hasta el día”. Imprenta del Boletín de Jurisprudencia. 1851-1859. Tomos VI, XIV, XV y XVI.