FIN
DE AÑO
Además
del Wargame Napoleónico, también me gusta el Wargame de escaramuza de la
Segunda Guerra Mundial, específicamente sigo varios Blogs del reglamento Chain
of Command. Uno de estos Blogs: Gaming with Too Fat Lardies estuvo sin entradas
desde enero de 2020. Su creador es español (aunque escribe en un perfecto
inglés), por lo que al no encontrar nuevas entradas, cada vez que revisaba el
Blog pensaba que el Sars-Cov2 había hecho de las suyas. Afortunadamente el 9 de
diciembre reapareció Aníbal Invictus y me reí de mis temores, pero pensé que a
lo mejor mi silencio podría causar alguna inquietud similar en quienes me
conocen y saben que estoy dentro de la población de riesgo. Por eso, esta
entrada tiene como principal motivación demostrar que estoy vivo…
A
pesar que el año 2020 ha sido un desastre en muchos aspectos; ha sido muy
productivo para este Blog. La pandemia me motivó a hacer una entrada que tuvo
buena acogida y feed-back, sacándome del letargo que me mantuvo silente durante
2019. Además, las visitas se han incrementado, logrando superar la meta de las
25.000 vistas a alguna de las entradas subidas, estimulándome a continuar compartiendo
mis experiencias y actividades en relación a la Independencia de Chile.
Octubre
y noviembre siempre están copados por actividades académicas y diciembre me vio
asistiendo a un Congreso virtual, por lo que no pude avanzar en la confección
de las milicias de caballería, debido al tipo de trabajo que implica: Hay que
sentarse y concentrarse metódicamente en la escultura de las figuras. El Green
Stuff debe ser aplicado en pequeñas porciones y modelado por parcialidades,
para no deformar lo que ya se esculpió al intentar formar otro detalle. Por lo
tanto, hay que planificar muy bien lo que se hará y seguir pasos bien
definidos. En resumen: hay que disponer de un par de horas sin interrupciones y
de varios días seguidos para no perder el ritmo u olvidar los pasos que se deben
seguir. Con los milicianos ya no hay que modificar pequeños detalles, como
equipos o manos, sino que esculpir todo el coleto, todas las botas y estribos y
después seguir con todas las monturas ajustadas específicamente a cada figura. No
es difícil, pero muy laborioso. El proceso es entretenido si se tiene
paciencia, pero se convierte en martirio si estás apurado… En consecuencia,
decidí esperar a que se dieran las condiciones óptimas y parece que esto ocurrirá
ahora, ya que Curicó volverá a entrar en cuarentena…
Así organicé mi mesa de trabajo para empezar a "vestir" con coletos a los milicianos |
Un acercamiento para mostrar el detalle de fijación de las figuras para facilitar su manipulación. |
Esta fue una prueba para evaluar el material y método de modelado: La correa posterior y hebilla del coleto. |
Una visión lateral del trabajo en progreso |
A
pesar de que las actividades del “mundo real” no me han dejado mucho tiempo
para mi pasatiempo (que buen juego de palabras), siempre hay algún espacio para
pensar en algo. En uno de estos momentos de meditación he llegado a la
conclusión de que no escribiré la “Crónica Militar de la Patria Nueva”.
Definitivamente he perdido absolutamente el impulso inicial que me metió en
esta aventura… Continuamente me preguntaba ¿Porqué no me atrae?, ¿A qué se debe
esta sensación de desagrado?: La respuesta me la mostró el prólogo de la “Crónica
Militar de la Patria Vieja”. En un párrafo inicial escribí: “Sin duda, los
padres de la patria se maravillarían si pudiesen ver en lo que se ha convertido
el país que ellos contribuyeron a independizar. Sus nietos se han levantado con
la frente en alto una y otra vez tras ser golpeados por la naturaleza. No menos
esfuerzo les ha costado reconstruir los despojos de los enfrentamientos
fratricidas que hasta el día de hoy desgarran la convivencia nacional”. Me
parece, y esto es mi opinión personal, apolítica y desapasionada, que esto ya
no es verdad. Ya no nos levantamos con la frente en alto, sino que esperamos
encogidos y gimoteando que alguien nos ayude a solucionar el problema que
nosotros mismos creamos. Tampoco nos interesa reconstruir, sino que esperamos
con indolencia que una ley active mágicamente el desarrollo del país, sin tocar
nuestro patrimonio personal, ni nuestra carga laboral.
Pues
bien, desechado ese proyecto, he estado retomando otro que hará más interesante
los wargames de la Patria Vieja: Un sistema que permita jugar una campaña
completa. Será como un juego de mesa, con un mapa dividido en hexágonos, con
sistema de suministros, cartas de eventos, líderes, etc. Los enfrentamientos
que se produzcan se llevaran a un juego de ESMOSACA. Si el sistema es lo
suficientemente robusto, es posible que lo publique o, si hay alguna editorial
interesada (Mi hija Javiera me dijo que los juegos de mesa “la llevan”) podría
diseñar un sistema de resolución de enfrentamientos con dados.
Como
pueden ver No estaba muerto, Ni andaba de parranda, solamente estaba muy
ocupado, pero no he abandonado el hobby.
Mis mejores deseos para 2021… y recuerden usar mascarilla hasta que se vacunen.
Estimado Marco
ResponderEliminarDespués de leer "Crónica Militar de la Patria Vieja" quedé gratamente sorprendido del texto, de un lenguaje ameno y de lectura rápida.
Busqué en el blog sobre una "segunda parte" que se enfocara en la patria nueva, no tengo dudas que hubiera sido un excelente aporte la crónica de la patria nueva, sin embargo entiendo perfectamente tu sentir y hasta cierto punto lo comparto.
No queda más que desearte éxito en tus proyectos.
Saludos tocayo