lunes, 31 de agosto de 2020

 

BATALLA DE EL MEMBRILLAR (20 DE MARZO DE 1814)

 


                        Aunque no está completo el terreno, ayer dispuse el escenario para recrear en un wargame la batalla de Membrillar. Tuve algunos inconvenientes con las piezas de terreno faltantes, motivadas en mi largo receso: Apliqué la silicona en el curso de agua ANTES de fijar las piezas con barniz mate… obviamente el agua quedó… mate. Ya veremos si se puede remediar. Tampoco hice las piezas del campamento (solo tenían función estética, claro que la estética es una parte importante de los wargames con miniaturas, pero en este caso no influyó mucho en las acciones) ni las de las viñas del flanco izquierdo de la posición independentista, donde empezó el combate, pero las reemplacé por campos de trigo… (los que sepan de agricultura se estarán rascando la cabeza).

                        Una vez dispuesto el campo y desplegadas las fuerzas (el orden de batalla lo tenía hace tiempo) me encontré con que se me habían olvidado algunos aspectos del reglamento y tuve que releerlo. Los elementos específicos de este escenario son los parapetos adelantados a izquierda y derecha del hornabeque central, que pueden disparar (un cañón y 1 base de infantería simultáneamente) en 3 sentidos, sin necesidad de reposicionar sus bases. También es específico del escenario el primer movimiento de avance general de la infantería realista en orden abierto, fuera del alcance de las órdenes de Gainza. El resto es de acuerdo a ESMOSACA a doble escala: Cada base representa 40 soldados y los cañones 2 piezas (solo disparan con 1 D6).

Mackenna dando las últimas disposiciones en el hornabeque. Al frente el despliegue inicial realista

 

Vista completa del reducto central independentista.
La posición independentista, desde el punto de vista realista: A derecha los chillanejos; al centro el batallón Chiloé y a la izquierda (detrás de los árboles) el batallón Valdivia.


Lantaño y sus hombres dirigiéndose hacia los viñedos para atacar el reducto de la izquierda independentista.


Mientras Gainza intenta desplegar su artillería (al centro), la infantería avanzará por su cuenta: a la izquierda los batallones Chillán y Concepción Tras los árboles). Al centro los batallones Chiloé y, en segunda línea los Voluntarios de Castro. y a la derecha el Valdivia (no se ve)

                       Luego del primer avance realista, los cañones y mosquetes independentistas se concentraron en el batallón Chiloé que enfrentaba en campo abierto el hornabeque o reducto central. Gainza pudo desplegar su artillería (solo 6 de los 14 cañones que disponía), pero luego debió dirigirse hacia el batallón Chiloé que se estaba desordenando con las descargas independentistas. En vano se sacrificó el batallón Valdivia atacando el parapeto de la derecha independentista, para liberar a los chilotes del cañoneo. Antes de que Gainza pudiera reorganizarlo, los chilotes se desbandaron. El general realista quedó solo frente a los cañones independentistas y se dirigió a reoganizar a los desordenados valdivianos que resistían a duras penas las descargas de los argentinos de Balcarce. Aunque logró su propósito, el Valdivia quedó paralizado en la falda del cerro coronado por el parapeto independentista; fuera del arco de fuego de sus cañones, pero también sin posibilidad de participar en el combate.

 

El avance inicial realista: Todos los batallones se despliegan en orden abierto y se dirigen simultaneamente contra los tres reductos independentistas.

El avance realista desde la perspectiva independentista.

Los chilotes en retirada. Mientras Gainza trata de reorganizarlos, los valdivianos atacan el parapeto de la derecha independentista.

                         En media hora, los hombres de Mackenna habían detenido el avance de la infantería realista y empezaron a concentrar sus fuegos sobre los cañones realistas y las compañías del Real de Lima que estaban desplegadas en la altura que enfrentaba al hornabeque. El duelo era desigual, tanto en número y calibre de cañones, como en número de mosquetes que a esta distancia tenían algún efecto. El Real de Lima, luego de sufrir 40 bajas abandonó el campo dejando solos a los artilleros. A estas alturas del combate, Gainza ya no quiso prolongar el combate. El Valdivia estaba fijo, resguardándose del disparo de los cañones del parapeto de la derecha independentista; los Voluntarios de Castro se refugiaban éntre los árboles en el centro y los artilleros estaban cayendo bajo el fuego del reducto central. En la izquierda realista, los chillanejos de Lantaño resistían entre los viñedos el fuego del reducto de la izquierda independentista. Detrás, el batallón Concepción no se decidía a avanzar o retirarse.

Luego del desbande del batallón Chiloé, gainza ha reorganizado al Valdivia, que permanece fijo al pie de la colina de la izquierda independentista. Los voluntarios de San Carlos se han refugiado tras los árboles de la izquierda de la artillería realista,

 

La retirada realista: Al fondo a la derecha el Valdivia poniendose fuera del alcance de los cañones tras los árboles; al centro se retira Gainza con los cañones, dejando uno abandonado; a la izquierda, al fondo el Concepción abandonando el campo.

                        Movilizándose de izquierda a derecha, Gainza logró retirar a los hombres de Valdivia, Castro, Concepción y los artilleros con 2 cañones. Una pieza quedó abandonada sin artilleros. Y los chillanejos, viéndose solos frente a todo el despliegue defensivo enemigo, se retiraron sin que las descargas independentistas les ocasionaran mayores bajas (aprovecharon que en un momento los artilleros independentistas trataron de alcanzar a Gainza mientras retiraba una pieza de artillería). Todo concluyó en poco más de una hora.


Los chillanejos son los últimos en abandonar el combate.

                                              El desenlace histórico fue la retirada realista después de 3 horas de combate (la última hora fue un esporádico intercambio artillero, ya que la lluvia inutilizó los mosquetes, por lo tanto solo hubo 2 horas de combate)  y de perder 500 hombres y 360 dispersos. Mackenna tuvo algo más de 30 bajas. En esta recreación el combate duró 66 minutos, con 400 bajas y 360 desbandados en el bando realista y 80 bajas en el independentista. Demoré ¡Tres horas! en completar el juego y eso que limité el número de fotos por tener baja la batería... Entretenido, pero tengo que ponerle algo de lubricante a los engranajes para que la próxima sea más fluida.



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