sábado, 22 de febrero de 2014

PARTICIPACIÓN DE JOSÉ MIGUEL CARRERA EN LA GUERRA PENINSULAR (2).



                        Me pareció adecuado incluir este mapa (sacado de Wikipedia, modificado con Photoshop) para ejemplificar los primeros movimientos de la segunda campaña de 1808 en la Península. Los ejércitos españoles en amarillo (avances en flechas, retiradas en líneas punteadas, posiciones finales en cuadros sólidos) muestran sus sucesivas retiradas tras las batallas descritas en la entrada anterior y marcadas con sables cruzados, con sus reorganizaciones luego de cambios de mando (Blake por La Romana; Castaños por Infantado y Belvedere por Cuesta). Continuaremos solo refiriendo las acciones de los ejércitos de Extremadura y de La Mancha, enfrentados a los cuerpos de Lefebre y Victor respectivamente, mientras Napoleón con el grueso de su ejército perseguía al ejército inglés de Moore hacia Galicia.
                        El teniente José Miguel Carrera, luego de su bautismo de fuego en la defensa de Madrid, había seguido la retirada del ejército del Centro luego de la derrota de Uclés (en la que no alcanzó a llegar, ya que formaba con el cuerpo de Infantado) hasta su reorganización en Tobarra y posterior avance a Manzanares, formando parte del regimiento de caballería de Farnesio.
                        Cartaojal, comandante del ejército de La Mancha, Formó una vanguardia de 9.000 infantes, 2.000 jinetes (incluido Farnesio) y 10 cañones, con el objeto de incursionar hacia Toledo y llamar la atención de Victor que se dirigía hacia Extremadura para atacar a Cuesta. El duque de Alburquerque tomó el mando de esta división e inició con su acostumbrada eficiencia su campaña sorprendiendo a un cuerpo de dragones franceses al mando del general Dijón en la ciudad de Mora el 18 de febrero de 1809. Farnesio formaba brigada con el regimiento de Borbón y, junto a los otros cuerpos de caballería, persiguieron a los dragones hasta el grueso de la división de Sebastiani. La retirada de la caballería española fue seguida por el cuerpo francés, pero Alburquerque inició una ordenada retirada en escalones, con su caballería desplegada en ambas alas. En Consuegra debió hacer frente a los franceses el 22 de febrero (23 de febrero según Barros Arana), acción en la cual Farnesio y Borbón resistieron ordenadamente el fuego de la artillería enemiga y rechazaron una carga de dragones, persiguiéndolas hasta distancia de tiro de metralla (300 mts.) de los cañones franceses. Después de esta acción, Alburquerque prosiguió su retirada, sin ser hostigado, hasta Ciudad real.

Lancero de Julián Sánchez, unidad de guerrillas españolas vestida con  los uniformes de los lanceros polacos capturados en Yébenes

Estandarte del segundo escuadrón de los lanceros del Vístula, uno de los 4 capturados en Yébenes. Es posible que Carrera haya tenido en sus manos estos trofeos obtenidos por su unidad junto al resto de la caballería de Cartaojal.

                       La incursión de Alburquerque produjo la concentración de 4 divisiones francesas en los alrededores de Toledo, este IV Cuerpo de ejército fue puesto al mando de Sebastiani, pero también hizo que Cartaojal, celoso de su subalterno, redujera la vanguardia a 3.500 infantes y 200 jinetes y la enviara a reforzar al ejército de Cuesta. Farnesio, reducido a 70 caballos, al retirarse los lanceros de Jerez y Utreras a Andalucía para formar nuevos cuerpos de esa arma, forma un escuadrón de 150 hombres junto a los restos del regimiento España. En esta unidad el teniente José Miguel Carrera enfrentó a los lanceros polacos de la legión del Vístula el 24 de marzo en el combate de Yébenes, Sin embargo, esta victoria significó que se abalanzara contra Cartaojal todo el cuerpo de ejército de Sebastiani, derrotándolo decisivamente en Ciudad Real el 27 de marzo. Farnesio no participa en esta acción por estar guarneciendo Miguelturra a 4 km. de distancia. Los restos del ejército de La Mancha se retiraron desordenadamente buscando el refugio de la Sierra Morena. En esta retirada los restos de la caballería española, incluido Farnesio, lograron contener la persecución de los dragones franceses antes de Santa Cruz de Mudela el 28 de marzo, pero luego abandonaron el campo en una desordenada retirada general. Luego de internarse en la Sierra Morena el ejército de la Mancha, al mando del general Venegas, por renuncia de Cartaojal, dejó de ser una fuerza combativa y comenzó su reorganización con los escasos recursos disponibles en la región.
                        Mientras tanto,  el mismo día 28 de marzo de 1809, Víctor derrotaba decisivamente a Cuesta en Medellín. En esta cruenta batalla, más de 10.000 españoles perdieron la vida (50% del ejército de Cuesta), sin embargo Víctor no explotó su victoria por la debilidad de su línea de comunicaciones y Cuesta pudo reorganizar y reforzar su ejército en la ciudad de Monasterio, protegiendo el camino a Sevilla.


Mapa de Nueva Castilla y parte de Extremadura y Murcia de 1821. En rojo se destacan los lugares mencionados en el texto.

                        Los escasos sobrevivientes del regimiento de caballería de Farnesio pasaron a Bailén, para unirse al tercer y cuarto escuadrón del regimiento que se estaba reorganizando en dicha localidad. Con respecto a los Voluntarios de Madrid, fueron solicitados por Cuesta, junto a otros contingentes del ejército de La Mancha, para reforzar al ejército de Extremadura e iniciar una nueva campaña en conjunción con el ejército inglés que operaba en Portugal. El regimiento de caballería de Voluntarios de Madrid escasamente alcanzaba a constituir un escuadrón y fue incorporado a la división de caballería del duque de Alburquerque. Entre sus filas marchaba el recientemente ascendido (13.4.1809) capitán José Miguel Carrera. Si bien no hemos podido encontrar muchos detalles de las acciones en las que participó Carrera, en tres de ellas: Mora, Consuegra y Yébenes, el resultado fue favorable para los españoles, por lo tanto tuvo oportunidad de destacarse al punto de ser considerado para el ascenso que le ponía a la cabeza de una compañía de su escuadrón. En esta posición iniciaría, con el ejército de Extremadura, la campaña de Talavera.

Continuará…

lunes, 17 de febrero de 2014

PARTICIPACIÓN DE JOSÉ MIGUEL CARRERA EN LA GUERRA PENINSULAR.

                        Hemos de culpar a San Valentín por el retraso en esta entrada…

                        De acuerdo a los pocos documentos existentes, el motivo del viaje de José Miguel Carrera a España en 1807 fue el de iniciar una carrera militar, ingresando a la compañía americana de las Reales Guardias de Corps. Entre mayo y junio de ese año levanta solicitudes, tratando de  demostrar su calidad de “noble” (indispensable para ingresar a dicho cuerpo), sin embargo, la estricta ley de castas española impide que logre su objetivo y finalmente su solicitud es rechazada.
                        En 1807 España seguía siendo aliada del Imperio francés y, por ende, estaba en guerra con Inglaterra, que mantenía un efectivo bloqueo marítimo entra la metrópolis y sus colonias americanas. Es posible que este hecho haya mantenido a Carrera en España hasta que los acontecimientos le dieron una segunda oportunidad de ingresar al ejército español: El levantamiento popular de Madrid el 2 de mayo de 1808 y de la cruel represión francesa de los días siguientes, fue la señal de la insurrección generalizada, que rápidamente alcanzó a todos los rincones de la península ibérica. Los ejércitos franceses que operaban en Portugal y que ocupaban lentamente a España de pronto se encontraron rodeados por una población hostil que les negaba todo recurso de subsistencia y de cuerpos armados (mezclas de soldados de línea y voluntarios) que los acosaban y ofrecían batalla por todos lados. Sin otra opción que retirarse para reagruparse, luego de numerosos combates y sonadas derrotas (Bailén, Valencia y Zaragoza las más señeras), los franceses lograron consolidar una fuerte posición defensiva tras el río Ebro en agosto de 1808.
                        El pueblo español sublevado empezó a organizarse en cuerpos que se vestían y armaban de acuerdo a sus propios recursos o los proporcionados por las Juntas de Gobierno locales. En Madrid, la Junta de Armamento creó dos regimientos de infantería (ver AQUÍ grupo de recreación español)  y uno de caballería. Este regimiento de 4 escuadrones se denominó: “Regimiento de Caballería de Cazadores-Dragones Voluntarios de Madrid”  y quedó constituido el 15 de septiembre de 1808 al mando del coronel Manuel Freire. El mismo día de su creación, se incorpora el teniente José Miguel carrera Verdugo en calidad de ayudante. En este punto hay que hacer algunas aclaraciones:
Primero: La hoja de servicios de José Miguel Carrera Verdugo no está en el Archivo Militar de Segovia (Los únicos documentos existentes en este archivo, que alcanzan a 28 páginas, corresponden a las solicitudes de incorporación a las Guardias de Corps y los certificados médicos que acompañaron a una solicitud de pago de sueldo en Cádiz durante 1810).
Segundo: En 1872, Diego Barros Arana publicó en el tomo I de la Revista de Santiago (Págs.: 673-684) “Un capitulo para la biografía de don José Miguel Carrera” en el que resume su hoja de servicios (no sé cómo la obtuvo, pero debe ser el original y debiera estar entre sus documentos archivados en la Biblioteca Nacional, fuera del alcance de mis ojos…) la que ha servido de base para todas las biografías del prócer escritas con posterioridad.
Tercero: De acuerdo al artículo de la revista de Santiago (Disponible en la sala de Microformatos de la Biblioteca Nacional: RCH 27) Carrera ingresa al “Regimiento de milicias de Farnesio”. Sin embargo, esta unidad NO EXISTIÓ JAMÁS. Por lo tanto debe existir un error de transcripción o, lo más probable, de interpretación de los documentos.
Cuarto: Con esta hipótesis inicié mi investigación cotejando la información de Barros Arana, con consultas directas al Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM extraordinariamente eficientes y amables, esta es su página) y la historia del regimiento de caballería Farnesio en el tomo 14 de la “Historia Orgánica de las armas de Infantería y Caballería…” de Clonard. Finalmente debí revisar las obras de Muñoz Maldonado y Gómez Arteche para poder seguir los pasos de los Voluntarios de Madrid en las campañas de 1808 y 1809. Otros datos sueltos aparecieron en la biografías de Freire, Historia de los Voluntarios de Madrid y la batalla de Talavera de José Manuel Rodríguez Gómez (excelente sitio). El resultado es la siguiente historia, que, claro está, puede ser revisada si es que se descubre nueva información. 
                        El regimiento de caballería de Manuel Freire es clasificado como cuerpo de dragones en la obra de Clonard, sin embargo, al menos uno de sus escuadrones era de cazadores, es decir, caballería ligera y debía vestir a la usanza, según lámina enviada por el IHCM, corresponde al uniforme que conocemos de José Miguel Carrera. Durante el mes de octubre de 1808 se mantuvo de guarnición en Madrid equipandose e instruyéndose.
                        Mientras, las numerosas Juntas provinciales habían mandado representantes a Madrid para formar una Junta Central que quedó constituida el 25 de septiembre, dándose a la tarea de dar alguna organización a los numerosos cuerpos de ejército existentes y en vías de formación. As así como se formaron 4 ejércitos cubriendo la línea del Ebro: El de la Izquierda mandado por el Marqués de la Romana (al mando interino de Blake hasta que llegara de la Romana con su cuerpo de Dinamarca); el del Centro (general Castaños); el de la Derecha (En Cataluña al mando de Juan de Vives) y el de Reserva a las órdenes del vencedor de Zaragoza, José Palafox. Un quinto ejército, el de Extremadura, debía actuar como nexo entre Blake y Castaños. Desgraciadamente, la Junta Central, preocupada de afianzar su poder y organizar y equipar las ingentes legiones de voluntarios dejó pasar los meses de septiembre y octubre sin decidirse a unificar el mando militar, ni hostigar a los ejércitos enemigos. Esto permitió a los franceses reforzarse aumentando su número de 80.000 a más de 200.000 hombres. El 6 de noviembre Napoleón llegaba a Vitoria e iniciaba personalmente una fulminante campaña con su estrategia favorita de un  cuerpo central con una vanguardia y dos alas. El cuerpo de la derecha al mando del mariscal Víctor derrotó a Blake en Espinosa, obligándolo a retirarse al oeste (los restos de su ejército se reunieron con el cuerpo de la Romana el 15 de noviembre). El mismo día 11 de noviembre, Soult en la vanguardia destrozó al ejército de Extremadura recién llegado a Burgos al mando del inexperto Conde de Belveder en Gamonal. Castaños quedó con su derecha expuesta y se retiró a Tudela pidiendo apoyo a la reserva de Palafox. Ambos ejércitos fueron derrotados por Lannes el 23 de noviembre. Después de la derrota Palafox se encerró en Zaragoza y Castaños fue perseguido por Ney hacia el sur-este por Aragón.
                        De esta manera, en poco más de 2 semanas Napoleón había despejado la marcha de su cuerpo principal hacia Madrid. Sin embargo, la Junta Central pudo reunir unos 12.000 hombres y 20 cañones sumando a los restos del ejército de Extremadura cuerpos de nueva formación bajo las órdenes del general Benito San Juan, quien le disputó el paso de la cordillera de Guadarrama en el paso de Somosierra. Las bisoñas tropas españolas, entre las que se contaban 2 escuadrones de los Voluntarios de Madrid (no estaba incluido el escuadrón de Carrera) no pudieron detener la heroica carga de los polacos de la guardia de Napoleón el 30 de noviembre y la vanguardia francesa llegó a las puertas de Madrid el 1º de diciembre. El Emperador intimó la rendición de la ciudad al día siguiente, pero fue rechazada. Madrid no estaba fortificada, sus muros eran simples tapias que no resistían el fuego de la artillería de campaña, a pesar de esto su guarnición de menos de 4.000 hombres y miles de voluntarios armados incluso con arcabuces y cañones de siglos pasados guardados en museos opusieron una obstinada, pero inútil defensa, siendo desalojados de los puntos que fueron atacados por los veteranos franceses. Era evidente que toda resistencia solo significaría una carnicería y destrucción de la ciudad, motivo por el cual el 4 de diciembre cesaron los combates y los franceses ocuparon la capital de españa. Su guarnición la había abandonado el día anterior a las órdenes del marqués de Castelar en dirección a Extremadura. Reunidos a los restos de los derrotados en Somosierra en Talavera de la Reina, de ahí perseguidos por el la división del general Sebastiani (Cuerpo del mariscal Lefebre) llegaron desordenadamente a Zalamea el 27 de diciembre.

                        Junto con la guarnición de Madrid iban los Voluntarios de Madrid, sin embargo Carrera no se encuentran en el ejército de Extremadura hasta 1809 y si participa en acciones del ejército del Centro. ¿Cómo es posible?. La explicación más plausible es la siguiente: El 2 de diciembre (un día antes de la salida de la guarnición) el duque del Infantado había abandonado Madrid en busca del ejército del Centro que venía en retirada para intentar alguna acción que aliviara la presión contra la capital. Es posible que el duque haya tomado por escolta una compañía de los voluntarios de Madrid, entre los que se encontraba el teniente Carrera. Esta compañía de 40 hombres al mando de un capitán se incorporó a los restos del regimiento de caballería de Farnesio a mediados de enero de 1809 (aquí es donde aparece el nombre de Farnesio al que hace la referencia Barros Arana). Es interesante considerar que Farnesio contaba en esos momentos solo con 2 escuadrones de 3 compañias c/u, pero solo con 80 caballos por escuadrón, sumándose los 40 hombres de Madrid, 30 lanceros de Utrera y 30 lanceros de Jerez.
                                   El ejército del Centro, luego que la junta destituyera a Castaños y una sublevación obligara a dimitir al general de la Peña, fue reorganizado por el duque del Infantado en Cuenca, llegando a sumar 18.000 hombres luego que la división de Valencia se retirara a defender su provincia. La vanguardia al mando del general Venegas dispersó a 800 dragones en Tarrancón el 25 de diciembre de 1808, pero luego fue destrozada en Uclés el 13 de enero de 1809 por todo el cuerpo del mariscal Víctor, antes de que Infantado pudiera llegar a apoyarlo con el grueso de su ejército. En franca inferioridad numérica, el ejército del Centro se retiró a Valencia tras la Sierra Morena. Libres del acoso de Víctor, que marchó a Extremadura contra el ejército de Cuesta, los ejércitos del Centro se unieron a las tropas de Andalucía bajo el mando del conde de Cartaojal, formado el ejército de La Mancha el 12 de febrero de 1809. Este ejército debía iniciar una campaña en coordinación con el ejército de Cuesta, destinada a empujar a los franceses al norte del río Tajo. En esta campaña, el teniente José Miguel Carrera Verdugo ganaría el ascenso a capitán.

Continuará…