Mi
Despedida…
Los fieles (pacientes y
comprensivos) seguidores de este Blog han podido intuir que, a pesar de mi
interés por los temas militares y la historia, mi relación con la guerra ha
estado siempre limitada por el aspecto sangriento y cruel de la batalla. Si
bien siempre se sobrepuso la admiración por el coraje individual, la agudeza
táctica y la astucia unida a la determinación que significaban un triunfo de
estas virtudes sobre el mero empleo de la fuerza bruta. No era raro que tuviera
espasmos de rebeldía y desagrado el constatar que muchas veces el sacrificio en
aras del deber, honor o patriotismo, terminaba en el bolsillo de unos pocos
aprovechadores o simplemente en el olvido. Sin embargo, traté de eliminar esa
desagradable sensación de injusticia mostrando, a quien me quisiera escuchar,
todo lo que un ser humado debe superar para presentarse en una batalla… lo que
ocurra después no importa; da lo mismo si corre hacia las balas o se queda
escondido… eso dependerá de sus instintos o reacciones automáticas. El hecho de
caminar junto a sus camaradas hacia un peligro inminente es lo que diferenció a
los soldados del siglo 19 de los chilenos del siglo 20 y 21. Si, si, hay
excepciones, pero son eso: excepciones que no permiten al resto sopesar en su
real magnitud el sacrificio… El Sacrificio con mayúscula, de unirse a un
ejército y marchar a la batalla.
Tenía la esperanza de que si valorábamos en su justa
medida las luchas del siglo 19, podríamos apreciar mejor y defender las
comodidades del siglo 20, esforzándonos por superarnos como sociedad y honrar a
quienes abandonaron sus comodidades para legarnos un mundo mejor… equivocados o
no, lo hicieron con convicción y nosotros, los afortunados que vivimos años de
paz y progreso, deberíamos cuidar su legado con esfuerzo y perseverancia (la
palabra sacrificio, en este contexto, suena obscena).
Ya la pandemia demostró que estamos
tan apegados a una vida cómoda, que fácilmente renunciamos a principios básicos
de solidaridad humana, argumentando que se atenta contra nuestros derechos,
derechos ganados por nuestros ancestros, de los que renegamos… tampoco somos
capaces de soportar privaciones, formando parte de un esfuerzo común, en aras
de un futuro mejor. En la historia de todos los países del mundo hay ejemplos
de grupos de soldados que han realizado acciones que nos demuestran cómo
superar situaciones extremas saliendo con la frente en alto. ¿Cuántos de los
que están leyendo pueden, honestamente, sentirse orgullosos de cómo han
enfrentado esta pandemia?.
El llamado del Presidente Zelensky a
los hombres de 18 a 60 años a hacer frente a la “Operación Militar” de Putin
evidenció que ya estoy viejo para defender mi país. Tampoco puedo seguir el
impulso automático que sentí de ofrecerme para ayudar (¿qué podría hacer un
médico internista de 63 años en un hospital de campaña?), me limité a dejarme
la barba como homenaje al presidente que no abandonó a su pueblo y descuidó su
apariencia personal ante preocupaciones menos superfluas. Al igual que
Zelenski, Putin cree que está haciendo lo mejor para su pueblo. Esa es la
paradoja de la guerra, ambos bandos creen estar en lo correcto y, al final,
ambos han cometido errores que los llevan a un camino que queda plagado de
cadáveres, dolor y odio… Al final, los triunfadores serán los que nada han
sacrificado y aprovecharán las oportunidades que surjan cuando la masacre
termine. Mientras, soldados rusos y ucranianos darán lo mejor de sí, sufrirán por
igual los rigores de la lucha y compartirán la suerte de sus camaradas. El bando
triunfante castigará los crímenes de guerra del perdedor y ocultará los
propios, pero las victimas de dichos crímenes sólo serán estadísticas que se
sumarán a las de guerras anteriores y aquellas por venir… a menos que, de una
vez por todas, aprendamos de la historia y comprendamos que ese no es el
camino.
Estimados, he terminado con la
Historia Militar, me doy por vencido. Pero mantengo la esperanza de que quienes
todavía tengan fuerza y convicción en que a través del Recreacionismo, el
Wargame y el Modelismo Militar se puede concientizar a la gente de la verdadera
naturaleza de la guerra, perseveren en sus afanes.
Pensando en ustedes, he decidido
vender mi colección de figuras, materiales y herramientas. Las he estado
embalando en paquetes que serán ofrecidos en próximas entradas.