domingo, 16 de abril de 2017

COLINAS, MONTES, CERROS…

                        Cualquier elevación de terreno puede constituir un objetivo militar. Una de las estrategias básicas es conquistar el terreno elevado para dominar al enemigo y conceder ventajas a quien domine la posición (el mismísimo Darth Vader lo pudo comprobar). En la época napoleónica Wellington usó las elevaciones del terreno para ocultar su línea principal de batalla a la artillería francesa, obligando a las columnas enemigas a subir en busca de un enemigo que, sin haber sido arrasado por la artillería, ni los escaramuzadores, podía desplegar toda su eficacia de fuego contra las desordenadas líneas francesas (la famosa “reverse slope tactic”).
                        El puerto de Talcahuano, rodeado de cerros, ciénagas y bosques presentaba numerosas posiciones defensivas, que podían constituir una línea de fortificaciones difícil de conquistar, como lo demostraron numerosos combates durante la Patria Nueva y Guerra a Muerte. Sin embargo, durante la Patria Vieja, solo se podía contar con la improvisación de los comandantes que, con más o menos resolución, deseaban negarle el acceso al puerto a sus enemigos. La única táctica posible era subir artillería y la escasa infantería disponible a un cerro que dominara las vías de acceso al puerto, las que estaban limitadas por el mar que rodea la península de Talcahuano y las ciénagas, secuelas de pasados maremotos, que hacen dificultoso el paso a cuerpos numerosos fuera de los caminos.
                        En la noche del 26 de marzo de 1813, el gobernador de Talcahuano, Rafael De la Sotta subió a la altura dominante su artillería y formó una línea con los escasos refuerzos llegados de Concepción. Su intención era retrasar el avance realista hasta recibir los refuerzos prometidos por el gobernador José Pedro Benavente. La premura del tiempo no permitió cavar trincheras, ni fortificar la posición.
                        Por lo tanto, para hacer un wargame del combate de Talcahuano del 27 de marzo de 1813, solo se necesitan caminos, una cadena de cerros y… ciénagas. Los caminos ya los tenía hechos y las ciénagas se pueden representar con arena suelta en los cuadros sin caminos (quizás es un poco sucio, a lo mejor imprimo algunas ciénagas en papel… ya lo veremos). Sólo faltaban los cerros y, como lo comenté en la entrada anterior, me puse manos a la obra.


Manos a la obra: Una bandeja que evite que caiga el agua; los cuadros de MDF con aislapol tallado con la forma del cerro; la venda de yeso cortada en tiras. El trabajo debe ser rápido y sin aplicar fuerza.

Primera parte del trabajo terminado: Todos los cerros cubiertos con la venda enyesada, se dejan secar un par de horas.

Un acercamiento al cerro que será usado para posicionar la defensa de De la Sotta.

Una vez seca la venda, se da una mano de yeso diluido para homogeneizar la textura. Despues de seco el yeso, con lima y lija se pulen los bordes y con una sierra de mano se marcan las líneas de los cuadros.

Terminado el pulido y marcadas las líneas, con masilla se retocan los defectos y se da una mano de pintura.

Por último, el texturado habitual: Arena fina sobre cola fría diluida en agua y luego de esperar que seque, se eliminan los restos de arena y fijan con una mezcla de pintura, cola fría y agua. Nuevamente se espera a que seque la mezcla, para aplicar blanco con técnica de pincel seco.

Los montes en el terreno de juego... si, ya sé, hay que trabajar el terreno para que no se vea tan "limpio".

Un acercamiento. Aún no decido si ponerle vegetación. Para el escenario de Talcahuano cumple con su función táctica... siempre habrá tiempo para mejorar la estética más adelante.


                        En la próxima entrada jugaré el escenario. Mientras tanto, en este LINK, podrán encontrar la descripción del escenario y el orden de batalla. Antes que piensen que es “pan comido” para los realistas que están en ventaja numérica de 6:1, las características del terreno exponen a la columna realista al fuego de los cañones independentistas sin terreno en que desplegar y, si lo hacen, el avance enlentecido por las ciénagas puede quebrar su moral (como casi sucede en la realidad).

No hay comentarios:

Publicar un comentario