LOS TRES MONTES DE GUAJARDO
En el paraje conocido como “Los tres montes
de Guajardo” el 7 de abril de 1814 una guerrilla realista comandada por los
coroneles Antonio Olate y Clemente Lantaño amenazó la retaguardia del ejército
independentista que, bajo las órdenes del coronel Bernardo O’Higgins se
preparaba para vadear el río Claro y establecer una posición defensiva que
detuviera definitivamente la marcha del brigadier Gabino Gainza contra
Santiago.
Pensando en recrear este combate, algunos
años atrás me propuse estudiar el terreno para diseñar un escenario para
ESMOSACA. Aproveché la visita de Fernando Valle para recorrer el camino de
Camarico a Cumpeo, que está relativamente cerca de Curicó. La única referencia
que teníamos era una descripción que aparece en el Diccionario Geográfico de la
República de Chile, escrito por Francisco Solano Astaburuaga y Cienfuegos en
1899:
Guajardo (Montes
de).—Alturas bajas del departamento
de Talca en su parte del nordeste y allegadas á las últimas faldas occidentales
de los Andes. Se hallan cercanas hacia el N. de Cumpeo. No carecen de alto
arbolado, y entre ellas se encuentran tierras de cultivo.
Siempre que nos juntamos
con Fernando no nos falta tema de conversación, así es que no nos dimos cuenta
como llegamos a Cumpeo y empezamos a recorrer Pelotillehue…Si!! El pueblo se ha
organizado para recrear el pueblo de Condorito, lo que hace muy entretenida la
visita, pero nos produjo algo de desazón al imaginarnos que, probablemente, sus habitantes habrían olvidado las viejas tradiciones, volcándose en esta nueva aventura
(muy bien lograda por lo demás). Preguntamos y preguntamos… nadie había oído
hablar del los Tres montes de Guajardo. Finalmente se reunió una concurrencia
de unas seis personas y llegaron a la conclusión de que andábamos busca el
sector de Los Montes:
Esta es la imagen de Google earth de la ruta Camarico-Cumpeo. Yo puse el nombre de Cumpeo y completé la ruta K51. La flecha roja indica el lugar que sospechamos era los tres montes de Guajardo. |
Aquí nos falló nuestro
conocimiento del lenguaje antiguo; mal interpretamos la frase “…se hallan cercanas
hacia el N. (norte) de Cumpeo.” Como que estaban al norte de Cumpeo, que es
precisamente donde se ubica el sector de Los Montes. Seguimos por la ruta K-25
hasta una colina, donde nos bajamos y comprobamos (en realidad nos imaginamos)
que a la derecha de esta colina había otra más baja y que un bosque de
eucaliptus ocultaba el tercer monte.
Ampliación del lugar indicado en la imagen anterior. Las flechas rojas indican los dos montes evidentes y la amarilla el "tercer monte" cubierto por un bosque de eucaliptus. |
Los Tres Montes al sur de Cumpeo. |
No hay dudas sobre el
nombre y su ubicación. Por lo tanto la frase “…Se hallan cercanas hacia el N.
(norte) de Cumpeo.” En realidad se debe leer como “Cumpeo está un poco al
norte”. Siguiendo los cursos de agua dibujados en el mapa, me parece que la
ubicación real de los famosos montes de Guajardo se puede localizar en Google Earth
en el siguiente sector:
El contorno blanco muestra el sitio real de los Tres Montes de Guajardo. Cumpeo sale etiquetado como Río Claro. |
Y poniendo la vista de
Google Map, con relieves es más evidente el parecido con el mapa de 1818:
Los Tres Montes rodeando la ruta K 247. En algún lugar de este camino, entre los montes y la ruta K 25 se desarrolló el combate. |
Uno de estos días recorreré
la zona para hacerme una idea del terreno y confeccionar un escenario que
podría constituir un entretenido wargame.
Como la mayoría de los
combates de la Patria Vieja, las fuerzas involucradas son escasas, pero la
acción es fluida con ataques y contra-ataques. Tenemos una descripción más o
menos detallada hecha por el teniente de artillería Nicolás García y por el
coronel Benavente (ambas relaciones disponibles en los documentos del Diario de
J.M. Carrera). Lantaño (Conversaciones históricas de Claudio Gay) se limita a
decir que se atacó muy temprano (que contradice a Benavente) y reconoce la toma
y pérdida de un cañón.
Según los oficiales
independentistas, el ejército de O’Higgins se encontraba en marcha hacia el río
Claro y la caballería se estaba terminando su almuerzo, cuando se avistó
que el enemigo presionaba la retaguardia de la columna y capturaba algunas
mulas. O’Higgins ordenó a 50 granaderos y 2 piezas de artillería (de a 4 libras,
pues las de 8 son llamadas “piezas dobles”) que marcharan hacia el sur para
enfrentar a los realistas. La guerrilla de Olate y Lantaño estaba formada por
unos 400 fusileros montados (normalmente las guerrillas realistas estaban
formadas por 200 a 300 hombres voluntarios de los batallones de infantería) que
luchaban a pie.
Cuando Benavente logró
montar sus húsares y ordenar al coronel Alcázar que lo siguiera con sus
dragones, ya los granaderos estaban siendo superados por el fuego realista. Los
húsares se desplegaron a la derecha de la infantería y desmontaron para
enfrentar una nueva carga realista junto a los pocos granaderos que permanecían en
las filas. En este combate los hombres de Olate lograron capturar un cañón y lo
arrastraron hacia sus filas. Si bien la carga realista fue rechazada, la
superioridad numérica de su fusilería amenazaba con desbandar al resto de los
granaderos y los húsares de Benavente. Alcázar mantuvo a sus dragones en retaguardia,
protegidos en una barranca a media cuadra de la línea independentista (este
dato me será de mucha ayuda cuando busque en terreno el lugar del combate).
Sin embargo, O’Higgins
viendo que se prolongaba el combate empezaba a contramarchar con el resto del
ejército para apoyar su retaguardia. La moral de los hombres de Benavente se
mantuvo alta ante la expectativa de los refuerzos y conservaron su posición. El
teniente García fue el primero en llegar con un cañón y 30 fusileros que se
desplegaron a la izquierda de los granaderos y flanquearon la derecha realista
sometiéndola a un fuego cruzado que compensó la inferioridad numérica
independentista. Los realistas intentaron dos avances generales, pero solo
llegaron a menos de 50 metros, retirándose.
El resto del combate
está sujeto a especulación. Ni García, ni Benavente reconocen la captura del
cañón, ni la persecución de los realistas que menciona Lantaño. Hemos de
suponer que las pasiones han ocultado la historia: Los oficiales
independentistas (carrerinos) no mencionan al teniente Barros que mandaba la
compañía de granaderos. Incluso, Benavente dice que al llegar con sus húsares
solo 6 a 8 granaderos se mantenían en filas (poco probable, considerando la
superioridad numérica realista, esto habría significado la captura de los 2
cañones y el arrollamiento de los húsares antes de que pudieran desmontar) y
que Alcázar “…fue a desplegar el valor que le es característico, media cuadra a
retaguardia, protegido por un barranco.” Consideramos que Alcázar mantuvo su
cuerpo montado para proteger una eventual retirada y que, al comprobar el
repliegue realista, inició la persecución que obligó a Olate y Lantaño a
abandonar el cañón capturado.
Lo que es cierto, es que
el mayor Enrique Campino se negó a apoyar la retaguardia con el resto de los
granaderos, lo que significó que fuera depuesto del cargo y que el cuerpo de
granaderos dejara de existir, distribuyéndose sus hombres entre los otros
cuerpos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario