sábado, 8 de noviembre de 2014

BICENTENARIO DE LA BATALLA DE RANCAGUA:

                        Octubre es un mes muy recargado para mí. La actividad académica se ve incrementada y debo viajar repetidas veces a Talca, por lo que me quedan pocas energías para dedicarme a pasatiempos. Sin embargo, me las he ingeniado para completar el reglamento ESMOSACA (ya se lo entregué a BETO Ediciones para que lo inscriba, luego de esos trámites estará a disposición de los interesados) y para “asistir” (sigan leyendo y se explicarán las comillas) al Bicentenario de la batalla de Rancagua.
                        En internet pude tener acceso al programa de la conmemoración de la batalla de Rancagua, pero por esas cosas de la edad y de estar preparando clases, lo leí mal y estaba convencido de que la actividad principal sería el 2 de octubre. Luego de planificar mis actividades, pude disponer de una “ventana” desde las 11 de la mañana hasta las 20:00 horas, que juzgué suficientes para un relajado viaje. Como es habitual, me acompañó María de los Ángeles y también aceptó la invitación su hermana Adela. A las 10:50 tenía todo listo y pude pasar a buscarlas para iniciar nuestro viaje a Rancagua.



                        Según mi idea, la ceremonia empezaba a las 12:30, así es que el viaje podía ser tranquilo e incluir una paradilla para un café… y todo lo que se necesitara. En este café supimos que se había decretado feriado en la comuna de Rancagua y yo me sobaba las manos pensando en el tremendo espectáculo que nos esperaba, con todos los habitantes de la ciudad volcados en la plaza para conmemorar la desesperada salida de O’Higgins de la plaza en llamas. Sin embargo, al entrar a la ciudad, vimos que algo no andaba bien…
                        Las calles estaban casi desiertas, tanto es así, que pudimos estacionar a 2 cuadras de la plaza. Faltaban unos 20 minutos para que se iniciara la ceremonia, pero al doblar por la calle Germán Riesco y enfrentar la plaza (por el lugar donde estaba la trinchera oriente), vimos que estaba casi vacía. La ansiedad me hizo acelerar el paso, al punto de dejar atrás protestando a María de los Ángeles y Adela. Ya a los pies del monumento a O’Higgins no me cabían dudas de que algo estaba definitivamente mal, aunque aún no se me pasaba por la mente de que lo único malo era mi cabeza y que había leído mal el programa. Sacamos fotos y ahí me di cuenta de otro desastre: ¡La cámara fotográfica estaba sin la tarjeta de memoria! (después la encontré en el computador de María de los Ángeles, pero eso es otra historia). Mis acompañantes, que siempre ven el lado positivo de las cosas sacaron sus celulares y empezaron a tomar fotos de la plaza y de las ofrendas florales que eran testimonio de que la ceremonia había sido el día anterior. Conversando con los pocos transeúntes confirmamos esto y, mientras trataba de consolar mi decepción fumando una pipa, María de los Ángeles y Adela tomaron pinceles y empezaron a pintar un lienzo con una alegoría a la batalla realizado por un autor Rancagüino, cuyo nombre no pude retener (nuevamente la edad).
María de los Ángeles entreteniéndose
Así se verá terminado




Estaba realmente concentrada


Así estaba la plaza cuando llegamos

Igual había que tomarse unas fotos
Ellas se ven bonitas en todos lados











                        Como era feriado, casi todo el comercio estaba cerrado y la Municipalidad también, pero vi que algunas personas salían de la gobernación y fui a conversar con el guardia que custodiaba la entrada.  El guardia me confirmó que ya todo había pasado y que la última actividad pendiente era un desfile cívico militar que se realizaría a las 15:00 hrs. en el estadio “El Teniente”, pero que ya no se repartían más entradas… “Eso sería todo” pensé para mis adentros y me dispuse a retirarme. María de los Ángeles siguió conversando con el guardia, contando nuestro itinerario para llegar ahí y entonces, empezó a cambiar nuestra suerte. En ese momento iba saliendo la Intendenta, Sra. Morín Contreras, quien al escuchar a María de los Ángeles nos dijo que esperáramos y tuvo la tremenda amabilidad de volver a su oficina y traernos 3 entradas.
                        Haciendo hora para ir al estadio, nos sentamos a comer unas empanadas en un local de comida al paso, cuando vi que al lado había un local de repuestos de celulares abierto. En un minuto ya había comprado una memoria para mi cámara y todo estaba bien nuevamente. Llegamos sin dificultad al estadio y, como faltaban 45 minutos para el inicio del desfile, encontramos estacionamiento a un par de cuadras de la entrada. El estadio es muy bonito, con cómodos asientos y encontramos una buena ubicación, el único problema es que no íbamos preparados para estar sentados al sol, especialmente yo que no tengo mucho pelo para protegerme la cabeza. En todo caso fue interesante ver desfilar a las escuelas matrices en uniforme de media gala en un recinto más estrecho (las evoluciones son distintas). No hubo discursos, ni alocuciones patrióticas, solo el himno nacional cuando la presidenta revistó las tropas.
                        Como era un desfile cívico-militar, debían desfilar también todas las organizaciones comunales y establecimientos educacionales… no pudimos quedarnos hasta el final…

Me las tuve que ingeniar para no insolarme.

Nunca falta un perro en los estadios, ni en los desfiles. Como este era un desfile en un estadio, el perro se sentía dueño de casa.

Aún no llega toda la gente, llama la atención que solo la Escuela militar mantuvo siempre la formación.

La presidenta no se ve, pero ella va delante a la izquierda. A la derecha, de blanco la Intendenta. Los hombres... detrás.

Las comunidades mapuches

Los clubes de huasos

Bonito espectáculo, tres pies de cueca masivos.

La banda de la Escuela Militar encajonándose para dar inicio al desfile

El zoom no es tan bueno

La Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins Riquelme.

La Escuela Naval "Arturo Prat".

La Escuela de Aviación "Capitán Manuel Ávalos Prado"

La banda de la escuela de Carabineros encajonándose.

La Escuela de oficiales de Carabineros de Chile. Del General Carlos Ibañez del C. Es la única en que las mujeres desfilan separadas de los hombres.

La banda de la Escuela de Gendarmería del General Manuel Bulnes Prieto.

Evolucionando para salir del estadio. El público asistió masivamente, pero parecen estar más interesados en ver a sus familiares que desfilarán despues de las escuelas matrices.

Esta es la banda civil de la ciudad de Rancagua, que animó el desfile cívico...

Iniciado por los bomberos.

                        Ya de regreso supe el motivo por el cual mis acompañantes estaban tan ansiosas por volver, no era por el sol o que no les interesara el espectáculo, habían vistos los jardines que hay en el camino a la altura de Requinoa y ahí me hicieron parar para reabastecerse de plantas, flores y árboles…

¡Esto es lo que andaba buscando!

¿Se verá bien en mi jardín?

Para los recreacionistas: En mis manos un palo de Quila, ideal para las lanzas de las milicias. Este mide 5 metros. 

Cántaro de greda como los utilizados en el siglo XIX para transporte de líquidos.

 
Vista lateral para apreciar el tamaño.
                        Llegando a Curicó, lo primero que hice fue meterme a internet para revisar el programa del bicentenario y pude confirmar mi torpeza. También encontré la noticia de la alegoría histórica que haría el ejército en la medialuna de Rancagua el 24 de octubre. Nuevamente empecé a planificar, pero me di cuenta que no podría hacer un viaje para conseguir las entradas y otro para asistir al evento.



                        Hasta el día de hoy destino un par de minutos cada 2-3 días buscando en internet algún comentario o imágenes de esta actividad, pero no he encontrado nada. Talvez el próximo año…

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