BICENTENARIO DE LA BATALLA DE RANCAGUA:
Octubre es un mes muy
recargado para mí. La actividad académica se ve incrementada y debo viajar
repetidas veces a Talca, por lo que me quedan pocas energías para dedicarme a
pasatiempos. Sin embargo, me las he ingeniado para completar el reglamento ESMOSACA
(ya se lo entregué a BETO Ediciones para que lo inscriba, luego de esos
trámites estará a disposición de los interesados) y para “asistir” (sigan leyendo
y se explicarán las comillas) al Bicentenario de la batalla de Rancagua.
En internet pude tener
acceso al programa de la conmemoración de la batalla de Rancagua, pero por esas
cosas de la edad y de estar preparando clases, lo leí mal y estaba convencido
de que la actividad principal sería el 2 de octubre. Luego de planificar mis
actividades, pude disponer de una “ventana” desde las 11 de la mañana hasta las
20:00 horas, que juzgué suficientes para un relajado viaje. Como es habitual,
me acompañó María de los Ángeles y también aceptó la invitación su hermana
Adela. A las 10:50 tenía todo listo y pude pasar a buscarlas para iniciar
nuestro viaje a Rancagua.
Según mi idea, la
ceremonia empezaba a las 12:30, así es que el viaje podía ser tranquilo e
incluir una paradilla para un café… y todo lo que se necesitara. En este café
supimos que se había decretado feriado en la comuna de Rancagua y yo me sobaba
las manos pensando en el tremendo espectáculo que nos esperaba, con todos los
habitantes de la ciudad volcados en la plaza para conmemorar la desesperada
salida de O’Higgins de la plaza en llamas. Sin embargo, al entrar a la ciudad,
vimos que algo no andaba bien…
Las calles estaban casi
desiertas, tanto es así, que pudimos estacionar a 2 cuadras de la plaza.
Faltaban unos 20 minutos para que se iniciara la ceremonia, pero al doblar por
la calle Germán Riesco y enfrentar la plaza (por el lugar donde estaba la
trinchera oriente), vimos que estaba casi vacía. La ansiedad me hizo acelerar
el paso, al punto de dejar atrás protestando a María de los Ángeles y Adela. Ya
a los pies del monumento a O’Higgins no me cabían dudas de que algo estaba
definitivamente mal, aunque aún no se me pasaba por la mente de que lo único
malo era mi cabeza y que había leído mal el programa. Sacamos fotos y ahí me di
cuenta de otro desastre: ¡La cámara fotográfica estaba sin la tarjeta de
memoria! (después la encontré en el computador de María de los Ángeles, pero
eso es otra historia). Mis acompañantes, que siempre ven el lado positivo de las
cosas sacaron sus celulares y empezaron a tomar fotos de la plaza y de las
ofrendas florales que eran testimonio de que la ceremonia había sido el día
anterior. Conversando con los pocos transeúntes confirmamos esto y, mientras
trataba de consolar mi decepción fumando una pipa, María de los Ángeles y Adela
tomaron pinceles y empezaron a pintar un lienzo con una alegoría a la batalla
realizado por un autor Rancagüino, cuyo nombre no pude retener (nuevamente la
edad).
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María de los Ángeles entreteniéndose |
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Así se verá terminado |
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Estaba realmente concentrada |
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Así estaba la plaza cuando llegamos |
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Igual había que tomarse unas fotos |
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Ellas se ven bonitas en todos lados |
Como era feriado, casi
todo el comercio estaba cerrado y la Municipalidad también, pero vi que algunas
personas salían de la gobernación y fui a conversar con el guardia que
custodiaba la entrada. El guardia me
confirmó que ya todo había pasado y que la última actividad pendiente era un
desfile cívico militar que se realizaría a las 15:00 hrs. en el estadio “El
Teniente”, pero que ya no se repartían más entradas… “Eso sería todo” pensé
para mis adentros y me dispuse a retirarme. María de los Ángeles siguió
conversando con el guardia, contando nuestro itinerario para llegar ahí y
entonces, empezó a cambiar nuestra suerte. En ese momento iba saliendo la
Intendenta, Sra. Morín Contreras, quien al escuchar a María de los Ángeles nos
dijo que esperáramos y tuvo la tremenda amabilidad de volver a su oficina y
traernos 3 entradas.
Haciendo hora para ir al
estadio, nos sentamos a comer unas empanadas en un local de comida al paso,
cuando vi que al lado había un local de repuestos de celulares abierto. En un
minuto ya había comprado una memoria para mi cámara y todo estaba bien
nuevamente. Llegamos sin dificultad al estadio y, como faltaban 45 minutos para
el inicio del desfile, encontramos estacionamiento a un par de cuadras de la
entrada. El estadio es muy bonito, con cómodos asientos y encontramos una buena
ubicación, el único problema es que no íbamos preparados para estar sentados al
sol, especialmente yo que no tengo mucho pelo para protegerme la cabeza. En
todo caso fue interesante ver desfilar a las escuelas matrices en uniforme de
media gala en un recinto más estrecho (las evoluciones son distintas). No hubo
discursos, ni alocuciones patrióticas, solo el himno nacional cuando la
presidenta revistó las tropas.
Como era un desfile
cívico-militar, debían desfilar también todas las organizaciones comunales y
establecimientos educacionales… no pudimos quedarnos hasta el final…
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Me las tuve que ingeniar para no insolarme. |
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Nunca falta un perro en los estadios, ni en los desfiles. Como este era un desfile en un estadio, el perro se sentía dueño de casa. |
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Aún no llega toda la gente, llama la atención que solo la Escuela militar mantuvo siempre la formación. |
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La presidenta no se ve, pero ella va delante a la izquierda. A la derecha, de blanco la Intendenta. Los hombres... detrás. |
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Las comunidades mapuches |
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Los clubes de huasos |
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Bonito espectáculo, tres pies de cueca masivos. |
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La banda de la Escuela Militar encajonándose para dar inicio al desfile |
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El zoom no es tan bueno |
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La Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins Riquelme. |
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La Escuela Naval "Arturo Prat". |
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La Escuela de Aviación "Capitán Manuel Ávalos Prado" |
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La banda de la escuela de Carabineros encajonándose. |
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La Escuela de oficiales de Carabineros de Chile. Del General Carlos Ibañez del C. Es la única en que las mujeres desfilan separadas de los hombres. |
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La banda de la Escuela de Gendarmería del General Manuel Bulnes Prieto. |
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Evolucionando para salir del estadio. El público asistió masivamente, pero parecen estar más interesados en ver a sus familiares que desfilarán despues de las escuelas matrices. |
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Esta es la banda civil de la ciudad de Rancagua, que animó el desfile cívico... |
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Iniciado por los bomberos. |
Ya de regreso supe el
motivo por el cual mis acompañantes estaban tan ansiosas por volver, no era por
el sol o que no les interesara el espectáculo, habían vistos los jardines que
hay en el camino a la altura de Requinoa y ahí me hicieron parar para
reabastecerse de plantas, flores y árboles…
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¡Esto es lo que andaba buscando! |
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¿Se verá bien en mi jardín? |
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Para los recreacionistas: En mis manos un palo de Quila, ideal para las lanzas de las milicias. Este mide 5 metros. |
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Cántaro de greda como los utilizados en el siglo XIX para transporte de líquidos. |
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Vista lateral para apreciar el tamaño. |
Llegando
a Curicó, lo primero que hice fue meterme a internet para revisar el programa
del bicentenario y pude confirmar mi torpeza. También encontré la noticia de la
alegoría histórica que haría el ejército en la medialuna de Rancagua el 24 de
octubre. Nuevamente empecé a planificar, pero me di cuenta que no podría hacer
un viaje para conseguir las entradas y otro para asistir al evento.
Hasta el día de hoy
destino un par de minutos cada 2-3 días buscando en internet algún comentario o
imágenes de esta actividad, pero no he encontrado nada. Talvez el próximo año…
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