lunes, 17 de febrero de 2014

PARTICIPACIÓN DE JOSÉ MIGUEL CARRERA EN LA GUERRA PENINSULAR.

                        Hemos de culpar a San Valentín por el retraso en esta entrada…

                        De acuerdo a los pocos documentos existentes, el motivo del viaje de José Miguel Carrera a España en 1807 fue el de iniciar una carrera militar, ingresando a la compañía americana de las Reales Guardias de Corps. Entre mayo y junio de ese año levanta solicitudes, tratando de  demostrar su calidad de “noble” (indispensable para ingresar a dicho cuerpo), sin embargo, la estricta ley de castas española impide que logre su objetivo y finalmente su solicitud es rechazada.
                        En 1807 España seguía siendo aliada del Imperio francés y, por ende, estaba en guerra con Inglaterra, que mantenía un efectivo bloqueo marítimo entra la metrópolis y sus colonias americanas. Es posible que este hecho haya mantenido a Carrera en España hasta que los acontecimientos le dieron una segunda oportunidad de ingresar al ejército español: El levantamiento popular de Madrid el 2 de mayo de 1808 y de la cruel represión francesa de los días siguientes, fue la señal de la insurrección generalizada, que rápidamente alcanzó a todos los rincones de la península ibérica. Los ejércitos franceses que operaban en Portugal y que ocupaban lentamente a España de pronto se encontraron rodeados por una población hostil que les negaba todo recurso de subsistencia y de cuerpos armados (mezclas de soldados de línea y voluntarios) que los acosaban y ofrecían batalla por todos lados. Sin otra opción que retirarse para reagruparse, luego de numerosos combates y sonadas derrotas (Bailén, Valencia y Zaragoza las más señeras), los franceses lograron consolidar una fuerte posición defensiva tras el río Ebro en agosto de 1808.
                        El pueblo español sublevado empezó a organizarse en cuerpos que se vestían y armaban de acuerdo a sus propios recursos o los proporcionados por las Juntas de Gobierno locales. En Madrid, la Junta de Armamento creó dos regimientos de infantería (ver AQUÍ grupo de recreación español)  y uno de caballería. Este regimiento de 4 escuadrones se denominó: “Regimiento de Caballería de Cazadores-Dragones Voluntarios de Madrid”  y quedó constituido el 15 de septiembre de 1808 al mando del coronel Manuel Freire. El mismo día de su creación, se incorpora el teniente José Miguel carrera Verdugo en calidad de ayudante. En este punto hay que hacer algunas aclaraciones:
Primero: La hoja de servicios de José Miguel Carrera Verdugo no está en el Archivo Militar de Segovia (Los únicos documentos existentes en este archivo, que alcanzan a 28 páginas, corresponden a las solicitudes de incorporación a las Guardias de Corps y los certificados médicos que acompañaron a una solicitud de pago de sueldo en Cádiz durante 1810).
Segundo: En 1872, Diego Barros Arana publicó en el tomo I de la Revista de Santiago (Págs.: 673-684) “Un capitulo para la biografía de don José Miguel Carrera” en el que resume su hoja de servicios (no sé cómo la obtuvo, pero debe ser el original y debiera estar entre sus documentos archivados en la Biblioteca Nacional, fuera del alcance de mis ojos…) la que ha servido de base para todas las biografías del prócer escritas con posterioridad.
Tercero: De acuerdo al artículo de la revista de Santiago (Disponible en la sala de Microformatos de la Biblioteca Nacional: RCH 27) Carrera ingresa al “Regimiento de milicias de Farnesio”. Sin embargo, esta unidad NO EXISTIÓ JAMÁS. Por lo tanto debe existir un error de transcripción o, lo más probable, de interpretación de los documentos.
Cuarto: Con esta hipótesis inicié mi investigación cotejando la información de Barros Arana, con consultas directas al Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM extraordinariamente eficientes y amables, esta es su página) y la historia del regimiento de caballería Farnesio en el tomo 14 de la “Historia Orgánica de las armas de Infantería y Caballería…” de Clonard. Finalmente debí revisar las obras de Muñoz Maldonado y Gómez Arteche para poder seguir los pasos de los Voluntarios de Madrid en las campañas de 1808 y 1809. Otros datos sueltos aparecieron en la biografías de Freire, Historia de los Voluntarios de Madrid y la batalla de Talavera de José Manuel Rodríguez Gómez (excelente sitio). El resultado es la siguiente historia, que, claro está, puede ser revisada si es que se descubre nueva información. 
                        El regimiento de caballería de Manuel Freire es clasificado como cuerpo de dragones en la obra de Clonard, sin embargo, al menos uno de sus escuadrones era de cazadores, es decir, caballería ligera y debía vestir a la usanza, según lámina enviada por el IHCM, corresponde al uniforme que conocemos de José Miguel Carrera. Durante el mes de octubre de 1808 se mantuvo de guarnición en Madrid equipandose e instruyéndose.
                        Mientras, las numerosas Juntas provinciales habían mandado representantes a Madrid para formar una Junta Central que quedó constituida el 25 de septiembre, dándose a la tarea de dar alguna organización a los numerosos cuerpos de ejército existentes y en vías de formación. As así como se formaron 4 ejércitos cubriendo la línea del Ebro: El de la Izquierda mandado por el Marqués de la Romana (al mando interino de Blake hasta que llegara de la Romana con su cuerpo de Dinamarca); el del Centro (general Castaños); el de la Derecha (En Cataluña al mando de Juan de Vives) y el de Reserva a las órdenes del vencedor de Zaragoza, José Palafox. Un quinto ejército, el de Extremadura, debía actuar como nexo entre Blake y Castaños. Desgraciadamente, la Junta Central, preocupada de afianzar su poder y organizar y equipar las ingentes legiones de voluntarios dejó pasar los meses de septiembre y octubre sin decidirse a unificar el mando militar, ni hostigar a los ejércitos enemigos. Esto permitió a los franceses reforzarse aumentando su número de 80.000 a más de 200.000 hombres. El 6 de noviembre Napoleón llegaba a Vitoria e iniciaba personalmente una fulminante campaña con su estrategia favorita de un  cuerpo central con una vanguardia y dos alas. El cuerpo de la derecha al mando del mariscal Víctor derrotó a Blake en Espinosa, obligándolo a retirarse al oeste (los restos de su ejército se reunieron con el cuerpo de la Romana el 15 de noviembre). El mismo día 11 de noviembre, Soult en la vanguardia destrozó al ejército de Extremadura recién llegado a Burgos al mando del inexperto Conde de Belveder en Gamonal. Castaños quedó con su derecha expuesta y se retiró a Tudela pidiendo apoyo a la reserva de Palafox. Ambos ejércitos fueron derrotados por Lannes el 23 de noviembre. Después de la derrota Palafox se encerró en Zaragoza y Castaños fue perseguido por Ney hacia el sur-este por Aragón.
                        De esta manera, en poco más de 2 semanas Napoleón había despejado la marcha de su cuerpo principal hacia Madrid. Sin embargo, la Junta Central pudo reunir unos 12.000 hombres y 20 cañones sumando a los restos del ejército de Extremadura cuerpos de nueva formación bajo las órdenes del general Benito San Juan, quien le disputó el paso de la cordillera de Guadarrama en el paso de Somosierra. Las bisoñas tropas españolas, entre las que se contaban 2 escuadrones de los Voluntarios de Madrid (no estaba incluido el escuadrón de Carrera) no pudieron detener la heroica carga de los polacos de la guardia de Napoleón el 30 de noviembre y la vanguardia francesa llegó a las puertas de Madrid el 1º de diciembre. El Emperador intimó la rendición de la ciudad al día siguiente, pero fue rechazada. Madrid no estaba fortificada, sus muros eran simples tapias que no resistían el fuego de la artillería de campaña, a pesar de esto su guarnición de menos de 4.000 hombres y miles de voluntarios armados incluso con arcabuces y cañones de siglos pasados guardados en museos opusieron una obstinada, pero inútil defensa, siendo desalojados de los puntos que fueron atacados por los veteranos franceses. Era evidente que toda resistencia solo significaría una carnicería y destrucción de la ciudad, motivo por el cual el 4 de diciembre cesaron los combates y los franceses ocuparon la capital de españa. Su guarnición la había abandonado el día anterior a las órdenes del marqués de Castelar en dirección a Extremadura. Reunidos a los restos de los derrotados en Somosierra en Talavera de la Reina, de ahí perseguidos por el la división del general Sebastiani (Cuerpo del mariscal Lefebre) llegaron desordenadamente a Zalamea el 27 de diciembre.

                        Junto con la guarnición de Madrid iban los Voluntarios de Madrid, sin embargo Carrera no se encuentran en el ejército de Extremadura hasta 1809 y si participa en acciones del ejército del Centro. ¿Cómo es posible?. La explicación más plausible es la siguiente: El 2 de diciembre (un día antes de la salida de la guarnición) el duque del Infantado había abandonado Madrid en busca del ejército del Centro que venía en retirada para intentar alguna acción que aliviara la presión contra la capital. Es posible que el duque haya tomado por escolta una compañía de los voluntarios de Madrid, entre los que se encontraba el teniente Carrera. Esta compañía de 40 hombres al mando de un capitán se incorporó a los restos del regimiento de caballería de Farnesio a mediados de enero de 1809 (aquí es donde aparece el nombre de Farnesio al que hace la referencia Barros Arana). Es interesante considerar que Farnesio contaba en esos momentos solo con 2 escuadrones de 3 compañias c/u, pero solo con 80 caballos por escuadrón, sumándose los 40 hombres de Madrid, 30 lanceros de Utrera y 30 lanceros de Jerez.
                                   El ejército del Centro, luego que la junta destituyera a Castaños y una sublevación obligara a dimitir al general de la Peña, fue reorganizado por el duque del Infantado en Cuenca, llegando a sumar 18.000 hombres luego que la división de Valencia se retirara a defender su provincia. La vanguardia al mando del general Venegas dispersó a 800 dragones en Tarrancón el 25 de diciembre de 1808, pero luego fue destrozada en Uclés el 13 de enero de 1809 por todo el cuerpo del mariscal Víctor, antes de que Infantado pudiera llegar a apoyarlo con el grueso de su ejército. En franca inferioridad numérica, el ejército del Centro se retiró a Valencia tras la Sierra Morena. Libres del acoso de Víctor, que marchó a Extremadura contra el ejército de Cuesta, los ejércitos del Centro se unieron a las tropas de Andalucía bajo el mando del conde de Cartaojal, formado el ejército de La Mancha el 12 de febrero de 1809. Este ejército debía iniciar una campaña en coordinación con el ejército de Cuesta, destinada a empujar a los franceses al norte del río Tajo. En esta campaña, el teniente José Miguel Carrera Verdugo ganaría el ascenso a capitán.

Continuará…

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