Banderas
Olvidadas
Por esas cosas de Internet, me encontré con la agradable sorpresa de que Desperta Ferro Ediciones publicó, en 2019, una nueva edición del magnífico estudio de don Julio Albi: “Banderas Olvidadas, el ejército realista en América” impreso por Ediciones de cultura hispánica en 1990. Un ejemplar de esta edición decora mi biblioteca con sus hojas amarillas y bordes grises que testimonian innumerables lecturas, consultas rápidas y marcadores de páginas adheridos, para recordar la ubicación de datos siempre útiles.
Como homenaje a esta obra (que recomiendo como imprescindible para los interesados en el tema) y a su autor titulé esta entrada, que se refiere a las banderas realistas e independentistas del período de la Patria Vieja, por el destino incierto de dichas enseñas en la memoria de los pueblos.
Ya
se ha comentado en otras entradas de este blog que las banderas realistas que
sobrevivieron al período no han sido correctamente clasificadas y su origen es
incierto. Esto es especialmente cierto al referirse a las banderas que, en mi
opinión corresponden al regimiento de milicias Voluntarios de Castro: Existen 3
ejemplares en distintos museos, pero por poseer los mismos escudetes, se puede
asegurar que corresponden a la bandera coronela y dos banderas sencillas de un
regimiento de 3 batallones. La coronela se exhibe en el “Memorial de la Bandera
del Ejército de Los Andes” en la ciudad de Mendoza, junto a otra bandera
realista, al parecer perteneciente al regimiento Arequipa. Sin embargo, se
asevera que ambas banderas fueron capturadas en Chacabuco y corresponderían a
las banderas de los batallones Chiloé y Valdivia.
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Bandera coronela del regimiento |
Una de las banderas sencillas se encuentra en el Museo Histórico del Norte en la ciudad de Salta y se afirma haber sido capturada en la batalla de Cerro Pasco y la otra bandera sencilla en el Museo Histórico de San Luis, en la ciudad homónima argentina. También se asevera que fue capturada en Chacabuco. Esta última enseña se nota ha sido mal restaurada, recortando los escudetes y desplazándolos, de manera de que la bandera es rectangular, en vez de ser cuadrada como las otras dos. Es posible que se hayan perdido jirones de la tela original y quienes la recompusieron, se imaginaron que debía ser rectangular. En el Museo estuvieron haciendo un trabajo fotográfico a cargo de un estudiante (Emiliano Arias), con quien traté infructuosamente de contactarme para obtener imágenes más claras de los escudetes.
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Bandera sencilla exhibida en el Museo de Salta |
En los últimos meses he recibido alguna información adicional con respecto a estas banderas; concretamente a los escudetes, proporcionada por don José Luis Calvo y Rodrigo Galeano. Ambos concuerdan en que puede tratarse de la representación de una isla fortificada y ahondan en detalles, en la medida que la calidad de las imágenes disponibles del original lo permite.
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Esta es la representación de la coronela que hace Rodrigo Galeano... |
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Y este el detalle del escudete. |
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Don José Luis Calvo reconoce la imagen que representa a la religión, como la Santa Fé de Granada, representada aquí en un parche de distinción del ejército realista de Nueva España. |
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En este esquema, don José Luis interpreta la base de la Santa Fé como árboles y una luna, aunque reconoce la imagen poco nítida. Coincide con Rodrigo Galeano en el arco y carjac. |
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Don José Luis apoya su impresión con esta imagen de las bocas de fuego. |
Como
se puede ver, tenemos tres banderas realistas presentes, pero con su historia
olvidada. En el caso de las banderas independentistas, la situación es inversa:
Su destino final se ha olvidado, pero su historia se ha conservado y se
recuerda año a año:
Al
terminar la matanza de Rancagua el 2 de octubre de 1814, las victoriosas tropas
realistas arrojaron a los pies del general Osorio 4 banderas independentistas
capturadas. A su ingreso a Santiago se arrió la bandera de la casa de gobierno,
de mayor tamaño que las banderas de combate, a la que se agregó otra bandera
grande, aunque con su franja blanca arrancada, capturada en el puerto de
Valparaíso. Una última bandera de combate, la del 4° batallón independentista,
fue capturada en el combate de Los Papeles el 13 de octubre de 1814. Estas
siete enseñas fueron enviadas a Lima con una escolta formada por seis hombres
escogidos (2 por cada división).
La
noticia de la victoria en Rancagua, con la consiguiente reconquista de la
Capitanía General de Chile, fue celebrada apoteósicamente en la capital del
Virreynato y, Abascal no tuvo inconveniente en cumplir el pedido de Osorio,
depositando las banderas independistas en el altar de la Virgen del Rosario en
la Iglesia de Santo Domingo, luego de una masiva procesión y varios oficios y Te
Deum religiosos.
Es
difícil imaginar el tropel de emociones que se deben haber agolpado en las
cabezas y corazones de las veteranos de Rancagua que, llegando a Lima con los
batallones del Ejército Libertador el 10 de julio de 1821, descubrieron los mudos
testigos de su desesperada lucha y derrota de casi siete años atrás. El 21 de
julio, el general San Martín encargó al coronel José Manuel Borgoño que
repatriara las cuatro banderas de Rancagua. De las otras tres no se tienen más
noticias.
Borgoño
llegó a Santiago el 14 de agosto con las preciosas reliquias, que fueron
saludadas con salvas de 100 cañonazos, fiestas y solemne Te Deum. ¿Qué habrá
pensado O’Higgins al recibirlas?... Es más difícil aún imaginarlo. Nunca
consideró la bandera de la Patria Vieja como un símbolo nacional, sino que más
bien una enseña de la familia Carrera. Pero las inmensas muestras de alegría y
emoción popular al recibirlas (ver la Gazeta Ministerial de Chile, edición
extraordinaria del 15.8.1821) deben haber influido en su decisión final, recién
el 26 de septiembre, de devolverlas a la plaza de Rancagua, concretamente a la
Iglesia Matriz.
El
29 de septiembre, el sargento mayor Antonio Millán comandaba la siguiente escolta
de los estandartes recuperados:
Sargento
mayor graduado don Francisco Gaona ayudante
mayor de plaza
Capitán
don Luis de la Cruz Escolta
Directorial
Ayudante
mayor don José Villarruel Guardia
de Honor
Teniente
don Juan Vidaurre Escolta
Directorial
Teniente
don José I. García Escolta
Directorial
Teniente
don Agustín Vidaurre Batallón
N°7
Teniente
don José Baeza Guardia
de Honor
Teniente
don Manuel Aispurúa Compañía
de Plaza
Teniente
don Lorenzo Luna Compañía
de Plaza
La
comitiva fue recibida con honores y marchas militares el 1° de octubre de 1821 y al día siguiente recorrieron en procesión religiosa, junto a la Virgen del
Carmen los templos de la ciudad, hasta ser depositadas en el Presbiterio de la
Iglesia Matriz. Las festividades duraron 4 días y las banderas descansaron en
paz… hasta 1872.
Con motivo de la inauguración del
monumento ecuestre de Bernardo O’Higgins en la alameda de Santiago, las
banderas de Rancagua fueron removidas de su justo reposo para realzar la
solemnidad de la ocasión el 9 de marzo. Terminadas las fiestas, las banderas
desaparecieron y no se ha vuelto a saber de su destino.
Joaquín
Garay Reyes, en el tomo 2 de sus “Motivos Rancagüinos” publicado en 1968,
siguiendo un rumor de la época sugiere que las banderas fueron entregadas, en
gesto de caballeroso galanteo a una dama de la alta sociedad capitalina,
postulando como posibles candidatas a la madre, esposa o hija del presidente de
entonces, Federico Errázuriz Zañartu. De ser verdad esta suposición, yo creo
que se debieron entregar a alguna dama descendiente de la familia Carrera… Lo
concreto es que no se supo más de estas banderas y, lo que es peor, somos muy
pocos los que recordamos su existencia. Garay Reyes ingenuamente espera en su
libro que en el año 2014 se buscaran con más ahínco los preciosos pendones… No
podía imaginarse que ese año los chilenos solo tendríamos tiempo para sentarnos
frente al televisor y expresar nuestro “patriotismo” gritando la canción
nacional en el mundial de futbol Brasil’2014.
Si
bien las banderas se han perdido, la ciudad de Rancagua ha rehusado olvidarlas
y todos los años, con motivo del aniversario de la batalla, realiza una
ceremonia en la que escolares pasean y presentan en la plaza, frente al
monumento a O’Higgins unas reproducciones de las banderas perdidas. ¡Aún
tenemos Patria ciudadanos!
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Presentación en la plaza de Rancagua de réplicas de las banderas recuperadas. Ceremonia del 2 de octubre de 2019 |